Pajita, sorbete, bombilla, pitillo, cañita… Más allá del nombre, lo que importa es que cada año se usan cientos de miles de millones de sorbetes plásticos por año que, en su gran mayoría, no se reciclan.

Ante la abrumadora cifra, Escocia anunció que busca convertirse en el primer país de Europa en prohibir el uso de las populares pajitas.

La iniciativa es parte de una avanzada del gobierno escocés contra los llamados single use plastics, es decir, aquellos productos de plástico que se utiliza una vez y se tiran a la basura.

El bambú, el metal y el papel son algunas de las alternativas a los sorbetes de plástico.

A modo de ejemplo, el uso de sorbetes de plástico ya se prohibió en las instalaciones del Parlamento escocés, y según adelantó la secretaria de Ambiente, Roseanna Cunningham, la norma podría extenderse al resto del país.

Existe distintas alternativas a los sorbetes de plástico: bambú, metal, silicona y papel son algunos de los materiales.

«Estamos comprometidos a terminar con la cultura del descarte en Escocia y en esa línea estamos analizando reducir el uso de los sorbetes plásticos», sostuvo un vocero del gobierno.

Existe distintas alternativas a los sorbetes de plástico: bambú, metal, silicona y papel son algunos de los materiales.

Europa le declara la guerra al plástico

Según informa el diario británico The Independent, el gobierno convocará a un panel de expertos para reducir el uso de plásticos descartables y que una de las estrategias podría ser cobrar por cada ítem.

Las botellas, los hisopos y los envoltorios plásticos tipo papel film también están en la mira.

Los antecedentes son alentadores: desde que Gran Bretaña comenzó a cobrar por las bolsas de plástico –tal como sucedió en la ciudad de Buenos Aires–, su uso cayó un 85%. ^^^