Es la uva emblemática de la Argentina, la que mejor nos representa en el exterior y la que más protagonismo tiene en los viñedos del país.

Hablamos del Malbec, que con la celebración del Día Mundial del Malbec el 17 de abril, está –más que nunca– en boca de todos.

¿Pero cuánto sabemos realmente del varietal estrella? La sommelier Agustina de Alba, una de las más jóvenes y reconocidas especialistas en este arte, dio un taller de vinos en We Work Vicente Lopez y compartió algunas curiosidades.

Empecemos por el principio. El origen del vino insignia nacional no es precisamente argentino. La uva de Malbec es originaria de la zona francesa de Cahors, donde es conocida como côt. 

Fue recién en 1853, cuando el entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento le encomendó al experto francés Michel Pouget la tarea de conseguir nuevos varietales, que el Malbec aparece por estas tierras.

El origen del vino nacional por excelencia no es precisamente argentino

«De hecho, el día internacional se celebra el 17 de abril porque fue la fecha en que Sarmiento tuvo la idea», cuenta Agustina mientras degustamos un Trumpeter Malbec Syrah, de Rutini Wines.

Desde entonces, el Malbec argentino se fue perfeccionando hasta superar, en cantidad y también en calidad, al de su país de origen.

Con el 40% de las 224.000 hectáreas totales de viñedos en Argentina, el Malbec es cómodo líder en las preferencias de los amantes del vino.

Los números hablan por sí solos: en 2017, los argentinos tomamos 77.600.000 litros de esta variedad.

El 85% de la producción se concentra en la provincia de Mendoza– a esta altura, la indiscutible capital mundial del Malbec–, pero también se encuentra en Salta, San Juan, Río Negro, Neuquén, La Rioja y hasta en la Costa Atlántica.

En 2017 los argentinos tomamos 77 millones de litros de Malbec

«A la hora de elegir, ss importante saber que el Malbec cambia según el territorio», explica la sommelier. Y agrega: «En Salta, por ejemplo, los vinos de mayor altura en la zona de Cafayate, son más fuertes y con alcohol».

Elogio a la versatilidad

Otro de los tips que comparte Agus de Alba con los invitados de Rutini Wines al último piso del exclusivo co-working en zona norte, fue la temperatura ideal para tomar Malbec.

«Siempre entre los 14 y los 16 grados. Siempre recomiendo tener algunas botellas en la heladera por si vienen invitados», dice la especialista, que última los detalles para publicar su primer libro sobre….vinos.

Entre copas de Rutini, el público le pregunta la mayor virtud del Malbec y de Alba no duda: su versatilidad.

«El Malbec es plástico. Se adapta a todo tipo de terroirs y permite lograr desde varietales jóvenes hasta vinos de guarda, blends y hasta espumantes», concluye la sommelier mientras alza su copa para seguir celebrando al varietal más emblemático de la Argentina.

^^^