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Inventar, hacer y compartir: una tarde en la sorprendente BA Maker Faire

Hacedores tecnológicos deslumbraron con sus inventos a una multitud que participó de la la edición local de la muestra de invención, creatividad e ingenio.

13 de marzo de 18 . 12:05hs
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Pedro Guevara

Un mini robot pasa caminando entre la gente. A poco metros, un domo gigantesco emerge de la tierra. De fondo, suena un sintetizador que transforma las ondas en sonido electrónico, mientras a su lado una  impresora 3D produce una lámpara a toda velocidad.

La escena parece sacada de una película de ciencia ficción pero se trata de la Buenos Aires Maker Faire, la muestra internacional de invención, creatividad e ingenio que reúne a hacedores y referentes de la cultura maker en la Argentina.

Asistentes de todas las edades se sorprendieron con las creaciones en impresión 3D. | FOTO: BA MAKER FAIRE

El movimiento maker es una tendencia que mezcla dos mundos aparentemente contrapuestos pero que en la práctica se complementan: el artesanal y tecnológico.

De esta manera, los emprendedores crean objetos de forma artesanal pero utilizando técnicas tecnológicas como la impresión 3D o la robótica.

El encuentro, del que ACONCAGUA fue media partner, cuenta con ediciones en Roma, Nueva York y San Francisco, entre otras grandes ciudades del mundo.

Su edición local tuvo lugar en el Centro Cultural de las Ciencias C3, con entrada gratuita. Una multitud asistió al predio de Palermo.

El movimiento maker mezcla dos mundos aparentemente contrapuestos: el artesanal y tecnológico.

Como en las ferias de ciencia de los películas norteamericanas, en diferentes stands, donde cada uno de los hacedores exponía y compartía su tecnología.

Unos pisos más arriba se encontraban juegos interactivos y didácticos relacionados con el tiempo y el espacio y que gran cantidad de gente pudo disfrutar.

Más de 70 hacedores presentaron sus proyectos en los stands del Centro Cultural de la Ciencia. | FOTO: BA MAKER FAIRE

En una esquina, Nicolás Earnshaw se para con una guitarra eléctrica conectada a una fuente de cocina y a diferentes morrones.

Lo sorprendente es que al golpear en la fuente o al apretar los morrones producen un sonido similar al de la guitarra. “La fuente reconoce distintos tipos de golpes, por ejemplo si golpeás con el dedo o con el lápiz es diferente”, cuenta Earnshaw.

Sentado en el piso y cubierto con una máscara futurista, Juan Bautista Santiesteban toca un sintetizador.

El joven rosarino cuenta a ACONCAGUA que vio la convocatoria en Internet y mandó el proyecto. “El sintetizador es un instrumento electrónico que nace en los 40 aproximadamente, que a partir de ondas genera sonidos, en el proyecto yo hago canciones con sintetizadores y hago intervalos sonoros con los arpegiadores”, detalla Santiesteban.

 

Nicolás Larenas, otro maker, también trabaja con sintetizadores. “El kit que tenemos es un sintetizador modular, un instrumento musical que genera sonidos de forma electrónica, así como con la guitarra vos tocás una cuerda, vibra esa cuerda y provoca el sonido, el sintetizador lo hace con un circuito electrónico”, confirma Larenas.

El evento reunió a más de 70 originales proyectos makers y también ofreció talleres y mesas redondas donde debatió sobre impresión 3D, criptomonedas, laboratorios ciudadanos, sustentabilidad y el uso de la bioconstrucción, entre otros temas.

 

La Superliga de la impresión 3D

Uno de los platos fuertes de la Buenos Aires Maker Faire tuvo lugar el sábado con la primera edición del Torneo Argentino de Impresión 3D.  Una de las participantes fue Laura Eliaschev, quien contó: “Tengo 25 años de experiencia en desarrollo de software, vimos en la impresión 3D la posibilidad de desarrollo para el futuro”.

Algunos de los mejores expertos en esta técnica de fabricación se midieron en destreza y velocidad ante la atenta mirada del público.

Mientras tanto, en los espacios verdes, afuera del Centro Cultural de la Ciencia, se lucían dos domos: uno de hierro y el otro con caña tacuara. 

“A los materiales para el domo con caña tacuara los sacamos del Delta. Es una obra muy económica, hay que cortar la caña de determinada manera y luego tiene mucha resistencia y dura mucho tiempo”, explica Jorge Nazar, arquitecto del estudio Hemisferio Sur y uno de los creadores del proyecto.

“Por su parte, el domo de hierro es una estructura con grandes luces donde la gente puede ingresar. No tiene columnas, por lo que el aire  circula de muy buena manera”, describe Nazar, cuyo objetivo es fomentar este tipo de construcciones en la ciudad. 

La arquitectura sustentable dijo presente con dos domos, uno de cañas y otro de hierro. | FOTO: BA MAKER FAIRE

Ingresando al domo de hierro, había un stand de Hacono, un emprendimiento especializado en calefacción sustentable, en el que explicaban cómo realizar estufas eficientes. 

“Cuando se quema la madera hay que hacerlo de manera eficiente, logrando una temperatura mínima de 600 grados”, explica Pablo Kulbaba, oriundo de Mar del Plata.

Entre muchas otras sorpresas e invenciones, la Maker Faire, que contó con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos, completó su segunda edición cumpliendo su objetivo: acercar la cultura maker a la ciudad de Buenos Aires. ^^^

Domingo

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