Ya se veía venir. Era la otra grieta, la que no cubrían los medios de comunicación. Te lo anticipamos en ACONCAGUA.

Finalmente después de dos años de ir rompiéndose metro por metro, se desprendió uno de los icebergs más grandes registrados en los últimos 30 años.

El trozo de hielo pertenece a la barrera Larsen C, ubicada en la costa oriental de la Península Antártica.

Solo restaban 15 kilómetros para que la grieta que lo quebraba se rompiera por completo, desprendiendo un billón de toneladas de 160 kilómetros de largo y 50 de ancho hacia el mar.

La Península Antártica es el principal punto de entrada al continente blanco por su cercanía con Sudamérica.

Se trata de una extensión de la Cordillera de los Andes y ahí se ubican la mayoría de las bases científicas y algunas localidades civiles, ya que se trata del área con mejor clima.

Con esta cantidad de hielo se podrían rellenar 462 millones de piletas olímpicas.

Muchas bases de investigación científica, como la British Antarctic Survey, tuvieron que ser trasladadas tras descubrirse este tipo de grietas. 

En este caso, el desprendimiento no significó ningún riesgo inmediato para los habitantes cercanos ya que el iceberg se encuentra flotando en equilibrio con el océano y no aumentará el nivel del mar.

To give a sense of the true dimensions of the Larsen C iceberg, here’s an animation based on real data, with something familiar for scale pic.twitter.com/OdQA07qhBb

— Adrian Luckman (@adrian_luckman) 12 de julio de 2017

Sin embargo, uno de los peligros silenciosos que deriva de este fenómeno es que quedarán sin protección a los glaciares que están  -en tierra- detrás de esta franja y esto facilitará su derretimiento.

Es el mismo caso que el de las barreras Larsen A y Larsen B -quienes a causa de veranos cálidos se desintegraron por completo en los años 1995 y 2002, respectivamente – y causaron el deshielo de los glaciares que las escudaban.

“Ha aumentado la frecuencia de los deshielos y el tamaño de los desprendimientos, así como también incrementó la temperatura de la tierra y de los océanos. Todo esto tiene que ver con el cambio climático y el calentamiento global», aseguró a ACONCAGUA Amanda Starbuck, la Directora de Campañas de Greenpeace Andino.

Este suceso no es más ni menos que parte del conjunto de episodios similares a los que se registran en toda la Tierra, cada vez más frecuentes y de mayor magnitud.

La Antártida, el único continente virgen que queda en el planeta y uno de los principales contribuyentes de agua por deshielo del planeta, no es la excepción.^^^