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La COP25 cambió de sede pero mantiene su foco en los océanos

A pesar de que las negociaciones sobre el clima de la ONU se trasladaron de Chile a España, su lema seguirá siendo la “Cumbre Azul".

26 de noviembre de 19 . 13:39hs
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Fermín Koop

Los disturbios en Santiago, la capital de Chile, llevaron a que este país cancelara su rol como anfitrión en la realización de la cumbre climática más importante de la ONU durante este año, la COP25.

Sin embargo, el país sudamericano seguirá siendo presidente de la COP en su nueva ubicación: Madrid.

Mientras la capital española se prepara para recibir delegaciones nacionales, periodistas y activistas del 2 al 13 de diciembre, la agenda de la cumbre no se verá modificada, teniendo como objetivo principal finalizar el reglamento sobre el Acuerdo de París 2015.

«Espero que el enfoque sobre los océanos se mantenga en la COP25, independientemente del cambio de lugar», dijo Rémi Parmentier, coordinador de Because the Ocean, una iniciativa que comprende más de 30 países, incluidos Chile y España, para incorporar el océano en el marco de la política de cambio climático.

El océano global regula el clima mediante el intercambio de energía y agua con la atmósfera. Las corrientes oceánicas distribuyen el calor desde los trópicos a los polos y hacia las profundidades del mar, determinando los patrones de lluvia y las temperaturas de la superficie, que a su vez influyen en los climas regionales.

Desde la década del ’70 el océano ha absorbido aproximadamente el 93% del exceso de calor de las emisiones de gases de efecto invernadero.

El aumento de la temperatura del agua está cambiando drásticamente la circulación oceánica y la estratificación térmica, aumentando el derretimiento del hielo y exacerbando el aumento del nivel del mar.

Océanos en la Cumbre

La cumbre COP25 intentará aprovechar el impulso del reciente informe del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático), que advirtió que los océanos están experimentando un cambio sin precedentes y el daño se acelerará en las próximas décadas a menos que se tomen medidas urgentes.

Los océanos han quedado al margen de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el foro político clave sobre el cambio climático.

Desde su nombramiento como país anfitrión de la COP, Chile ha estado trabajando para poder modificar esta tendencia, estableciendo contactos con distintos países para promover la acción oceánica.

Probablemente, los océanos figurarán en las discusiones formales de la cumbre, así como en los eventos paralelos, lo que podría conducir a una declaración política sobre este tema por parte de los países cuando finalice la COP25.

Chile también lanzará una plataforma dedicada a brindar soluciones oceánicas, a la que se convocará a los países a registrarse y presentar sus compromisos.

Tal como se decidió en el Acuerdo de París, el próximo año los países tendrán que presentar compromisos climáticos revisados más ambiciosos, también conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC). Chile espera que la COP Azul aliente a los países a incluir compromisos oceánicos en sus nuevas NDC.

Las estrategias climáticas podrían incorporar el océano de dos maneras principales: proteger y regenerar los ecosistemas costeros secuestraría el carbono «azul»; mientras que las mareas, las olas y el viento en alta mar podrían aprovecharse para generar electricidad azul.

93% del exceso de calor de las emisiones de GEI fue absorbido por los océanos

Según los expertos, la adaptación marina y costera también necesita una consideración más profunda. Las áreas marinas protegidas (AMP) pueden mejorar la conservación a largo plazo de los ecosistemas y su biodiversidad, al tiempo que ayudan a mitigar el cambio climático.

“Hasta ahora las cumbres de la COP se han centrado en discutir distintas formas para que los países reduzcan sus emisiones, sin considerar nunca el rol de los océanos.

Ahora, por primera vez, la COP25 pondrá el tema en el primer lugar de la agenda para que los países puedan adoptar medidas para proteger los océanos «, dijo Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Oceana Chile.

Una elección considerada

Como presidente de la COP25, la elección chilena de los océanos como tema clave se produce después de muchos años de abogar por esta cuestión e implementar buenas prácticas a nivel nacional.

Con frecuencia se describe al país como un líder mundial en protección de los océanos, con el 42% de su territorio marino cubierto por 25 AMP: ha pasado de tener 463,000 kilómetros cuadrados protegidos en 2010 a más de 1.3 millones en la actualidad, recuperando, como resultado, parte de sus poblaciones de peces.

1.3 millón kilómetros cuadrados del territorio marino de Chile son áreas marinas protegidas

Chile ha sido uno de los primeros países en hacer públicos los datos de seguimiento de embarcaciones, y ha presionado a los países vecinos para que no permitan ningún puerto de refugio para embarcaciones que se dedican a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).

Junto con Argentina, Chile presentó una propuesta para crear una AMP en la Antártida, y el país forma parte del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible.

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Sin embargo, Chile enfrenta diversos desafíos. La mayoría de sus AMP están en alta mar, con solo el 1-2% ubicado cerca de la costa. Además, los expertos coinciden en que la próxima tarea será identificar áreas valiosas y trabajar con las comunidades pesqueras artesanales, en lugar de afectarlas negativamente.

«Valoramos la creación de AMP, pero el país debe avanzar en la creación de nuevas áreas fuera del alcance del sector pesquero y más cerca de la costa», dijo Alex Muñoz, jefe de la iniciativa Pristine Seas de National Geographic. «El ejemplo de Chile puede ayudar a otros países a crear más AMPs».

“La mejor manera de proteger los océanos es limitar la temperatura a 1.5℃, tal como se establece en el Acuerdo de París», dijo Estefanía González, de Greenpeace Chile.

Flavia Liberona, directora de Terram, una ONG chilena, dijo que la costa del país es un punto de acceso para la biodiversidad y debe protegerse aún más. Establecer allí nuevas AMP podría ayudar a las industrias, como las plantas de energía y las plantas de celulosa, a implementar mejores estándares ambientales y proteger a los océanos.

Chile abrió recientemente una nueva contribución climática determinada a nivel nacional para realizar una consulta con la sociedad civil. El compromiso es reducir las emisiones en un 47% para el 2030, en lugar del 30% propuesto inicialmente. El país apunta a lograr la neutralidad de carbono para el 2050.

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Esa contribución determinada a nivel nacional (NDC) también incluye un conjunto de medidas específicas del océano. El país prometió crear nuevas AMP costeras y se comprometió a que todas las áreas protegidas tanto actuales como futuras tengan planes de gestión para el 2025, lo que incluiría acciones para adaptarse a los efectos del cambio climático.

“La mejor manera de proteger los océanos es limitar la temperatura a 1.5℃, tal como se establece en el Acuerdo de París. Para Chile, alcanzar esa meta significa una mayor ambición climática, limpiar su matriz energética y crear más AMPs, especialmente en la costa”, dijo Estefanía González, activista de Greenpeace Chile.

Este artículo fue originalmente publicado en chinadialogueocean.net

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