«Fuego Austral 2018 existe. Es. Somos. Convertimos y nos reinventamos. Como células vivas crecemos y nos multiplicamos. Con el aparente desorden de un fractal nos unimos y separamos. Aparecemos y desaparecemos. Generamos armonías y asincronías. Somos colores y formas. Nos regeneramos constantemente».

Con estas palabras que transmiten su esencia, se presenta Fuego Austral, una experiencia comunitaria inspirada en el célebre Burning Man estadounidense, que durante Semana Santa celebra su tercera edición en las pampas argentinas.

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Pero a diferencia del multitudinario festival que durante una semana al año convoca a espectadores de todo el mundo que pagan una considerable suma para vivir una experiencia mística en el desierto de Nevada, Fuego Austral se caracteriza por ser una ciudad temporal construida por la gente que la integra.

Es un encuentro colaborativo en su máxima expresión: la gente que va es la responsable de crear las experiencias artísticas. «¡Espectadores no. Participantes, Sí!», dicen a coro los organizadores y los voluntarios.

Sí se parece al Burning Man en dos cosas: el ritual de cierre, que consiste en quemar gigantescas esculturas de madera; y el hecho de respetar, en pleno caos creativo, un manifiesto.

Se trata de diez principios que rigen el festival y que el cofundador de Burning Man, Larry Harvey, escribió allá por 2004.

El esfuerzo comunal es uno de los principios de Fuego Austral.

No lo hizo para dictarle a la gente cómo debe comportarse o pensar, sino para dejar asentado un reflejo de la cultura que buscó crear en la comunidad y cómo pensó orgánicamente este evento en 1986.

En Fuego Austral todos comulgan con los mismos principios: auto-suficiencia, inclusión radical, responsabilidad cívica, esfuerzo comunal, auto-expresión y la participación activa, entre otros.

La quema de esculturas: un ritual para compartir.

El núcleo de la ciudad temporal son los Campamentos Temáticos, enormes carpas donde los participantes proponen y construyen su obra, luego de un proceso de selección. Lo mismo sucede con las instalaciones artísticas.

Ubicación misteriosa

Con entradas agotadas, esta radical experiencia se celebrará del 28 de marzo al 2 de abril en un predio en la provincia de Buenos Aires.

Los campamentos temáticos son el núcleo interactivo entre los participantes.

Solo sabemos que queda aproximadamente a unos 300 kilómetros de Capital Federal. ¿La locación exacta? Es un misterio: se revela solo al adquirir el bono contribución con el que se costea el evento, ya que los organizadores no acepta el apoyo de sponsors comerciales.

Para finalizar, un detalle que resume la experiencia: lo único que está a la venta en Fuego Austral, al igual que en Burning man, es el hielo. ^^^