Mía es apenas una niña cuando conoce a Charlie, un cachorro de león blanco.

Durante varios años crecerán juntos en Sudáfrica y entablarán una amistad incondicional. Sin embargo, cuando ella cumple 14 años, descubre que van a vender a Charlie, ya convertido en un fuerte león adulto.

Entonces ambos emprenden un viaje a través de la sabana en busca de una tierra donde Charlie pueda vivir en libertad.

Esta inspiradora historia es la trama de ‘Mi mascota es un león’, la película dirigida por el francés Gilles de Maistre que se estrenó esta semana en los mejores cines de Argentina.

La actriz Daniah De Villiers pasó tres años en contacto con leones para su rol.

El film –una coproducción entre Francia, Sudáfrica y Alemania– cuenta con la actriz Mélanie Laurent como una de sus caras más reconocidas pero quien se lleva todos los flashes es Daniah de Villiers, la joven que interpreta a Mía.

Nacida en Sudáfrica, Daniah tuvo una adolescencia diferente a la de las chicas de su edad. Para su papel en la película, pasó tres años relacionándose con leones. Fue el tiempo necesario para tomar los recaudos necesarios en el vínculo entre seres humanos y animales.

Literalmente, Mía y el león crecieron juntos, y esa relación se plasma en la conmovedora película que llega al país de la mano de Green Tara producciones y la distribuidora Energía Entusiasta.

Sobre su particular vínculo con estos enormes felinos, sobre su experiencia trabajando con el célebre naturalista y entrenador de leones Kevin Richardson que la acompañó durante todo el rodaje y sobre el potente mensaje que transmite el film, habló Daniah con ACONCAGUA. 

¿Cómo fue pasar parte de tu adolescencia creciendo con leones? 

Tenía 11 años cuando empece las audiciones para la película. Y la terminamos de filmar cuando tenía 14. Con lo cual, puedo decir que literalmente yo crecí con los leones.  Fue increíble. Me voló la cabeza. Nunca me imaginé que iba a pasar tanto tiempo de mi adolescencia con leones en el medio de la pradera. Fue una experiencia que me marcará para siempre. Y estoy orgullosa de poder haberla vivido.

¿Cómo era tu relación con los animales antes de este proyecto?

Siempre me encantaron los animales y me interesó la naturaleza. Tuve perros y gatos en casa, por ejemplo. Pero por supuesto que no sabía nada sobre leones. Tras filmar la película puedo decir que ahora en cambio soy una verdadera defensora de la naturaleza en general y de los leones en particular.

¿Qué nos podes contar de Kevin Richardson, el famoso naturalista y entrenador de leones con quien filmaste la película?

Kevin es una persona alucinante. Es un verdadero guerrero de la vida silvestre que desarrolló una forma especial de relacionarse con los animales. Fue increíble trabajar con él en su santuario de leones.  Sencillamente, la película no hubiera sido posible sin toda su experiencia. Me enseñó todo lo que sé sobre los leones.

¿Recordás tu primer contacto con los leones? ¿Qué sentiste?

La primera vez que lo conocí era un cachorro. Entablamos una relación especial, única, muy humana. Pero igual ya te dabas cuenta que jugaba fuerte y me dejaba moretones. Es su naturaleza. Yo lo considero un amigo pero a la vez le tengo mucho respeto, porque tiene la fuerza suficiente para matarme.

Charlie y Mia entablan una inspiradora relación.

Algunos ambientalistas criticaron que se usaran animales verdaderos durante la filmación. ¿Qué opinión tenés al respecto?

Lo que puedo decir es que la relación que se ve en la película es totalmente real. Esa conexión entre el animal y el ser humano es lo que atrae al espectador. Y precisamente es lo que ayuda a que se potencie el mensaje que queremos transmitir con la película, que es generar conciencia y proteger a los animales. Espero que la película sirva para que más gente se enamore de los leones, tal como me pasó a mi, y que entre todos los podamos proteger. Porque su bienestar es responsabilidad nuestra.

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