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Cinco hábitos para superar el analfabetismo emocional

¿Ni los emojis te alcanzan para poder expresar tus emociones? En su columna, Ismael Cala propone usar la mente y el corazón para solucionar con más eficacia los problemas.

4 de agosto de 17 . 12:35hs
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Ismael Cala

REFLEXIÓN CALA

Desde hace años, trabajo cada día en el análisis de las emociones que gestionan nuestras vidas. Estoy convencido de que la inteligencia emocional nos aporta el equilibrio perfecto entre razón y corazón.

Un estudio de la Universidad Rawalpindi, de Pakistán, señala que existe una relación positiva entre la autoestima y la inteligencia emocional.

El filósofo estadounidense William James explicaba: “El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden cambiar sus vidas al cambiar sus actitudes mentales”.

En la misma línea, el experto Daniel Goleman asegura que “al menos un 80% del éxito en la edad adulta proviene de la inteligencia emocional”.

Sin embargo, como toda gran meta, es complicado llegar a la excelencia.

El cambio es una cuestión de hábitos. Para superar el analfabetismo emocional, debemos:

-Usar las emociones en tu beneficio. Maneja tu estado de ánimo, con el fin de encajar mejor en una tarea. Por ejemplo, la alegría puede estimular el pensamiento creativo e innovador. Además, como explico en mi libro “El analfabeto emocional”, también debemos detectar y descifrar las emociones a partir del lenguaje no verbal. Así se puede determinar cómo abordar ciertas situación para alcanzar una solución positiva.

-Ser positivos y transmitirlo, No te involucres en chismes tóxicos que puedan crear conflictos con amigos, familiares y compañeros. Las personas demasiado dramáticas pueden ser un drenaje emocional en nuestras vidas. Sin embargo, también debes estar dispuesto a decir “no”, pues debemos establecer prioridades.

El 80% del éxito en la edad adulta proviene de la inteligencia emocional.

-Reflexionar. Evita actuar rápido, movido por las emociones instantáneas que provocan las circunstancias. Debemos responsabilizarnos, sin culpar a otros por nuestros problemas o malas decisiones.

-Visualizar alternativas. Gracias a la reflexión, podemos mirar con perspectiva y analizar lo que se ha desviado del camino y cómo lo podemos mejorar. 

-No dejar que el miedo nos limite. Nuestro cerebro está acostumbrado a conocer el paso siguiente. Nos volvemos previsibles. Al salir de la zona de confort, nuestra mente teme no conocer qué va a suceder. Encarar el futuro con una actitud positiva nos ayudará a convertir los obstáculos en oportunidades.

Cuando dejamos de ser analfabetos emocionales, usamos la mente y el corazón para solucionar con más eficacia los problemas.

También somos conscientes de nosotros mismos y de nuestros deseos, nos convertimos en seres empáticos, potenciamos nuestras habilidades sociales y podemos convertirnos en líderes de nuestra vida.

Y en fuente de inspiración para los demás. ^^^

Domingo

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