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Quiénes son los héroes silenciosos que dedican su vida a proteger al océano

Estos jóvenes emprendedores decidieron dejar de darle la espalda al mar.

25 de marzo de 21 . 08:30hs
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Manuel Torino

No reciben aplausos desde los balcones como los médicos. En tiempos de pandemia, su trabajo no parece esencial. Hasta podría decirse que es apenas una gota en el mar. Sin embargo, ellos saben que si dejaran de hacerlo, habría una gota menos en ese mar al que dedican sus vidas.

Estos héroes silenciosos combaten a diario otra pandemia. La que sufre el ecosistema más importante -y desconocido- que tenemos en la Tierra: los océanos. Los mares ocupan el 71% de la superficie del planeta, generan el 50% del oxígeno, absorben el 95% de la radiación solar, regulan el clima y son un enorme sumidero de dióxido de carbono.

Por eso vale la pena sumergirnos en las historias de estos jóvenes emprendedores que, a diferencia de la inmensa mayoría, decidieron dejar de darle la espalda al mar. Y hacer algo para protegerlo.

1_ Yago Lange

Yago Lange
Yago Lange, entre el deporte y el ambientalismo. 

 

Yago Lange es prácticamente anfibio. Hijo de Santiago, el legendario regatista argentino campeón olímpico en 2016, vivió una buena parte de su infancia en un barco. Una mañana como tantas otras, navegaba por el Delta cuando descubrió un nuevo accidente geográfico: una isla de basura, formada por cientos de residuos, desde botellas y bolsas plásticas, hasta pedazos de bicicletas y electrodomésticos que flotaban en el agua. «En ese momento, pensé que tenía que hacer algo al respecto. De chico nadaba en ese río y ahora las nuevas generaciones se están encontrando con una situación muy distinta a la que yo pude disfrutar», cuenta.

Cansado de navegar entre la basura, se propuso generar un cambio. Así nació su proyecto #Limpiemos, que ya movilizó a cientos de personas a limpiar las costas de ríos y playas de todo el país. «El año pasado organizamos unas 40 limpiezas de playas y ahora en cuarentena estoy dando charlas en colegios acerca de los océanos y la contaminación plástica».

El plástico es el enemigo público número uno de los océanos. Se calcula que 8 millones de toneladas de estos residuos van a parar al mar cada año. Algo así como 200 kilos por segundo. Años atrás, científicos de la Universidad de California, en EE.UU, calcularon la cantidad de plástico generada desde los inicios de su producción industrial. Según las cifras, hay suficientes restos de plástico en el mundo para cubrir un país entero del tamaño de la Argentina.

2_ Lula Gil

Para concientizar sobre los riesgos que implica transformar a los océanos en el basural del planeta, Lula Gil recoge pedazos de plástico por las playas y los encastra como en un rompecabezas para dar forma a inspiradoras obras de arte.

«Cada pieza evidencia nuestra forma de consumir, son como fósiles arqueológicos de nuestras costumbres. Al armar composiciones y fusionar los colores originales que traen estas piezas, les doy un nuevo propósito: el de hacernos reflexionar y cuestionar nuestros hábitos de consumo», cuenta la artista, arquitecta y ambientalista.

El problema no es el plástico, sino su uso y abuso

Sobre nuestra relación con el plástico, reflexiona: «Tenemos una relación tóxica, estamos tan acostumbrados a consumirlo que no nos damos cuenta. El problema no es el plástico, sino su uso y abuso. El primer paso para revertir esto es ser conscientes y desde ahí reducir su uso y sumar nuevos hábitos.»

La cuestión con la contaminación por plástico en los océanos es que muchas veces puede ser invisible a los ojos. Debido a la fuerza de la naturaleza, los pedazos se van fraccionando hasta convertirse en microplásticos. Y muchos terminan en los alimentos o en el agua que ingerimos. De hecho, un informe de la World Wildlife Foundation advierte que estamos comiendo cinco gramos de microplásticos por semana sin darnos cuenta. Eso equivale a una tarjeta de crédito. O a una birome. Buen provecho.

[Leé más: “Si no protegemos a los océanos, no vamos a lograr sobrevivir”

3_ Fiorella Bresesti

Fiorella Breseti
Fiorella Bresesti llegó hasta la Antártida para investigar sobre microplásticos.

 

«Este verano viajé a la Antártida para investigar la contaminación por plástico en especies. Me impactó el hecho de encontrar tantos plásticos en un lugar tan puro y natural. Era constante la cantidad y variedad, especialmente muchos microplásticos», cuenta la uruguaya Fiorella Bresesti, estudiante avanzada de Ciencias Biológicas y embajadora de Unplastify, una inquieta ONG formada por amantes de los océanos que buscan «cambiar la relación humana con el plástico».

4_ Martina Álvarez

Además de ser el pulmón del planeta, los océanos son una de las principales reservas de biodiversidad que tenemos. Hasta el momento hay unas 250.000 especies marinas conocidas pero quedan muchas más por descubrir: se calcula que todavía no se han identificado más de dos tercios de la flora y fauna submarina. Un escenario cautivante para exploradores como Martina Álvarez, ambientalista y buceadora profesional, que por estos días pasa su cuarentena en alta mar.

«Tuve la suerte de que me haya tocado vivir esta pandemia en un barco, que es mi casa. Mi jardín es el océano y me visitan ballenas, delfines, tiburones. Es una forma muy linda de explorar el mar y sentirse parte de él», relata, mientras cruza el Pacífico con destino a Nueva Zelanda.

 

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Desde su hogar flotante, Martina trabaja en un documental sobre el tiburón, un depredador crucial en el ecosistema que es perseguido sin piedad por los cazadores furtivos y además cuenta con mala prensa debido a las películas.

Todos estamos conectados con el océano, incluso si vivimos en la ciudad

«Es un animal increíble. Mi idea con el documental es generar conciencia y cambiar un poco esta pésima reputación que le hemos construido», dice.

Y concluye: «Todos estamos conectados con el océano, incluso si vivimos en la ciudad. Tenemos que ser conscientes de esto para cambiar nuestros hábitos de consumo y protegerlo». Aunque no parezca, cada gota en el mar cuenta.

Esta columna fue publicada originalmente en el diario La Nación.

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