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«En las Smart Cities, la tecnología debe ser un medio y no un fin»

Las ciudades del futuro serán inteligentes, o no serán ciudades. De eso hablamos con Pilar Conesa, unas de las mayores referentes en Smart Cities del mundo.

10 de julio de 17 . 13:16hs
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Manuel Torino

La catalana Pilar Conesa es sinónimo de smart cities.

Con 20 años de experiencia en el sector público y privado, jugó un rol clave como CIO del Ayuntamiento de Barcelona para convertir a a la ciudad española en una referencia global a la hora de hablar de ciudades inteligentes.

Curadora del Smart City Expo World Congress –el principal evento mundial de innovación y tecnología aplicado a ciudades–  y consultora en desarrollo urbano, pasó esta semana por Buenos Aires para ultimar los detalles de su flamante spin off: el Smart City Expo Buenos Aires, que tendrá lugar en septiembre en el nuevo Centro de Exposiciones y Convenciones porteño.

¿Qué es una ciudad inteligente, según Pilar Conesa?

Una smart city es una visión integral de la ciudad para la mejora de calidad de vida de las personas basándose en innovación, cuidando la sustentabilidad y fomentando la equidad social. Porque para mi la tecnología es un medio, no es el fin: no es más inteligente la ciudad que tiene más sensores, sino la que mejor aplica la tecnología y la innovación para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.  Por supuesto que el concepto se aplica de forma diferente en una ciudad europea, una africana y o una latinoamericana. Hay que tener en cuenta la idiosincracia de cada lugar.

Tuviste mucho que ver en la transformación de Barcelona como estandarte de las smart cities. ¿Cómo fue ese proceso?

Por una parte, Barcelona  siempre ha sido una referencia histórica en urbanismo y planificación. En cuanto su instalación como smart city, una de las claves ha sido tener una visión integral de la ciudad. Muchas veces se piensan las áreas de forma separada y eso es un error. En el caso de Barcelona se elaboraron planes innovadores en todas las áreas: movilidad, energías renovables y participación ciudadana, entre otras. Ademas, han sido años de cambios políticos importantes en el Ayuntamiento, con alternancia de partidos, pero aun así se logró una continuidad.

Conesa pasó por Buenos Aires y habló con ACONCAGUA.

¿Una ciudad puede ser smart  y latinoamericana a la vez?

¡Claro que sí! Se ha debatido mucho sobre la idea de que el concepto de smart cities es exclusivo de las ciudades desarrolladas, o las llamadas del primer mundo. Lo cierto es que se trata de un movimiento a nivel mundial: hoy se están aplicando proyectos de ciudades inteligentes en pueblos de África o de India, donde ni siquiera existen las calles como las conocemos en Barcelona o en Buenos Aires.

¿Con la globalización crees que hay patrones comunes a la hora de pensar ciudades tan disímiles?

Creo que hay unos objetivos comunes y urgentes respecto a cambiar culturas y modelos de gestión para dar respuestas a retos globales como el cambio climático, la sustentabilidad y el concentramiento de la población en grandes centros urbanos.

¿Y en Argentina, cómo estamos?

En América Latina en general hay grandes retos: uno es el tema cultural del auto. Las ciudades no tienen suficiente espacio para que todos andemos en auto. Pienso que en esta región todavía es un símbolo de status social y eso hay que erradicarlo totalmente. Dicho eso, creo que Buenos Aires es una de las ciudades que más ha evolucionado en su relación con el transporte. Ya no es tan raro ver a un ejecutivo porteño yendo a trabajar en transporte público, lo cual es infrecuente en otras ciudades de la región. El otro desafío es despertar la consciencia ambiental de la gente y en ese punto yo creo que los jóvenes son más sensibles y jugarán un rol clave. El uso masivo de la bicicleta es un claro ejemplo de ello.  

¿Podés resumir la relación entre la tecnología y las ciudades inteligentes?

El concepto de smart cities se vinculó mucho inicialmente con la tecnología. Pero la tecnología es solo un medio; el concepto ha ido evolucionando. Hay muchos proyectos de ciudades inteligentes que tienen poca tecnología detrás. Por ejemplo, el uso de espacios públicos para crear más huertos urbanos no implica demasiada tecnología pero tiene un impacto enorme en la calidad de vida.

Por su innovación, Barcelona es considerada una capital mundial de las ciudades inteligentes.

¿Cómo se logra que la ciudadanía se involucre en proyectos innovadores? 

El tema del empoderamiento ciudadano es un tema clave. Si el objetivo de todo esto es mejorar de la calidad de vida de la gente, hay que poner a la gente en el centro de las acciones. La gente tiene que estar en la toma de decisiones. En este sentido, Buenos Aires ganó varios premios respecto a la involucramiento de la ciudadanía en la gestión de la ciudad. En este sentido creo que los gobiernos tiene que ser mas facilitadores que organizadores. Por caso, en algunas ciudades ya se ceden espacios públicos para que las organizaciones civiles los gestionen directamente. Lo ideal es concebir a tu ciudad como la extensión de tu casa.

Por último, ¿cómo serán las ciudades inteligentes en el futuro?

Creo que habrá una mayor reducción el uso del auto y un auge del transporte público. También crecerá el concepto de autos compartidos y de vehículos auto-conducidos. Otro punto a destacar será el crecimiento de los espacios públicos y esperamos que haya muchos cambios en temas de eficiencia energética y en el uso de productos renovables, para dar respuesta al desafío del medio ambiente. Y seguro que se consolidará  empoderamiento ciudadano, porque, a fin de cuentas, la inteligencia está en las personas. Es decir, podemos aplicar a la ciudad ideas muy innovadoras pero si la gente no participa de forma activa, no hay ciudades inteligentes. ^^^

Domingo

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