En Roma el invierno sigue teniendo el mismo olor. Castañas calientes, papel de paja, manos calentándose en la calle. Lo que cambia no es el ritual, sino la forma en que ocupa el espacio público. Esto lo establece el Resolución no. 34 de 18 de diciembre de 2025 del Municipio Roma I Centroque aprueba la nueva Plan municipal de comercio en zonas públicas y pone en blanco y negro cómo deben ser, y dónde pueden estar, los tostadores de castañas del centro histórico.
El plan afecta a decenas de localidades, incluidas las estacionales de invierno. En su interior también está el capítulo relativo a las castañas asadas, tratadas no como un folklore intocable sino como una actividad comercial que ocupa el espacio público y, por tanto, debe respetar reglas precisas.
Nuevas reglas para los escritorios
El Plan establece un banco tipico que no puede superar un metro cuadrado en total. Dentro de este espacio sólo se deberán colocar los elementos necesarios para la actividad.
El banco está compuesto por:
La estructura debe estar construida hierro forjado de color oscuro. Queda prohibida la instalación de sombrillas y cualquier conexión a la red eléctrica. El poder está garantizado por un pequeño panel fotovoltaico colocado encima de la encimera, suficiente para proporcionar energía y una cantidad mínima de iluminación a la estación.
Dónde pueden alojarse los tostadores de castañas y por qué algunas zonas siguen excluidas
El Plan identifica con precisión estaciones compatibles y los no admitidos. Las evaluaciones tienen en cuenta las limitaciones histórico-paisajísticas, la seguridad vial y el decoro urbano. Algunas zonas especialmente protegidas, como plazas y calles de gran valor monumental, quedan excluidas de la posibilidad de albergar puestos de temporada.
En otros casos, el Municipio ha previsto desplazamientos de unos pocos metros respecto de los lugares históricos, identificando los puntos que se consideren técnicamente adecuados. Este enfoque permite mantener la presencia de tostadores de castañas sin interferir en zonas sujetas a restricciones estrictas.
La tradición permanece, el contexto cambia
El Plan no interviene origen de las castañasque seguirán llegando desde los territorios tradicionalmente vinculados a este producto. El cambio afecta principalmente a la organización del espacio público y al aspecto de las estaciones.
Para los ciudadanos significa encontrar puestos de venta más ordenados y homogéneos; para los operadores, tener reglas claras y definitivas después de años de soluciones temporales. La venta de castañas asadas sigue siendo una presencia típica del invierno romano, pero inserta en un marco regulatorio más definido.