El sur de Francia es la víctima del mayor incendio forestal del verano: lo que está oculto detrás de la devastadora estaca del aude

Del 5 de agosto el departamento francés deAudeen Occitania, se encuentra en el centro de un desastre ambiental: más de 16,000 hectáreas de bosques de pinos y matorrales mediterráneos que se fueron a fumar, 36 casas destruidas o gravemente dañadas, Una víctima y al menos 13 heridasincluidos 11 bomberos.

El incendio, que comenzó la tarde del martes 5 de agosto en el Pequeño municipio de riveuteextendido en unas pocas horas para cubrir un área comparable a toda la ciudad de París. No es un caso aislado: es el incendio más grande de las últimas décadas en Francia, sino también uno de los muchos eventos extremos que marcan el verano 2025 en el sur de Europa.

La dinámica del fuego

Las primeras llamas estallaron en un área montañosa y boscosa, caracterizadas por una vegetación seca y fácilmente inflamable. Para favorecer la propagación del fuego, las condiciones climáticas: altas temperaturas, baja humedad y, sobre todo, la puesta de sol, un viento cálido y seco típico de la región, que Empujó las llamas hacia el Macio de Corbières. Solo la llegada de una brisa marina más húmeda ha permitido, en los días siguientes, una desaceleración en la propagación.

El fuego alcanzó 15 municipios, incluidos Saint-Laurent-de-La-Cabrisse y Jonquières. En el último pueblo, el alcalde Jacques Piraux Describió el escenario como «un paisaje lunar, todo está quemado. Es un infierno», entrevistado por TV BFM. La evacuación fue necesaria en varios lugares y varios campamentos. Algunos turistas pasaron la noche en los municipios.

Según la prefectura del aude, Una mujer de 65 años murió en su casa negarse a salir de la casa. Otros dos residentes fueron hospitalizados, uno en condiciones críticas.

No solo calientes: los elementos estructurales

Aunque el cambio climático juega un papel central, como dijo el primer ministro François Bayrou, calificando el incidente «una catástrofe sin precedentes», otros elementos estructurales contribuyen al enfoque de los incendios. El territorio afectado, conocido por sus viñedos, en los últimos años ha visto una reducción progresiva en las superficies cultivadas. Esto redujo las barreras vegetales que en el pasado ralentizaron el avance del fuego.

Además, la creciente urbanización de las áreas naturales y el abandono de las actividades agrícolas y forestales tradicionales están aumentando la vulnerabilidad de los territorios. El manejo del bosque y el matorral mediterráneo, a menudo descuidado o simplificado, se traduce en una mayor acumulación de biomasa seca, fácilmente inflamable. La secretaria general de la prefectura de Aude, Lucie Roesch, explicó que «el fuego avanza en un área donde todas las condiciones son favorables. Es una operación a largo plazo».

El contexto europeo

El caso francés no está aislado. En el verano de 2025, También se produjeron grandes incendios en Grecia, Türkiye, Portugal y España. Solo en Portugal ya se queman más de 25,700 hectáreas. Según el Servicio de cambio climático de Copérnico De la Unión Europea, Europa es el continente que se calienta más rápido, con un aumento en la doble temperatura que el promedio global desde la década de 1980. Este cambio hace eventos más probables e intensos como sequía y incendios.

Aude Damesinresidente en la ciudad de Fabrezandeclaró al FP: «Me parece trágico ver tantos incendios desde el comienzo del verano. Es terrible para la fauna, la flora y para las personas que lo están perdiendo todo».

¿Qué respuestas?

La emergencia movilizó a cientos de bomberos, aviones de lucha contra incendios y recursos estatales. El presidente Emmanuel Macron declaró en las redes sociales que «todos los recursos de la nación se movilizan» e invitó a la población a ejercer la máxima precaución. Pero la respuesta no puede limitarse a la gestión de emergencias.

Según el Ministerio de Medio Ambiente francés, una cantidad de superficie equivalente a la que en promedio se pierde en todo un año se ha quemado en solo 24 horas. Esta figura muestra cuán urgente es revisar las políticas territoriales, forestales y climáticas. La prevención, a través de una gestión más activa del territorio y el fortalecimiento de las redes de monitoreo local, es un elemento clave para reducir el impacto de futuros incendios.