Fusión de glaciares: «Ya hemos perdido 31 años de agua potable», la alarma de OMM

En el Congreso Nacional de Acva 2025, concluyó el 8 de agosto en Mar del Plata (Argentina), la Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial, Celeste Saullanzó una advertencia que pesa como una roca: el planeta ya ha perdido 9,000 gigatonnellate de hielo, terminó en el mar. Traducido a términos concretos, Significa 31 años de agua potable para toda la población mundial.. Una herencia que no volverá a la forma de hielo: los glaciares, a nivel mundial, no han mostrado signos de recuperación durante 40 años.

«Para algunos países, la elevación del nivel del mar representa la diferencia entre la existencia y la no existencia», dijo Saul en su intervención.
La experta, la primera mujer y la primera sudamericana al frente del OMM, habló de un «policrizar«: Clima, Energía, Nutrición, Sociedad y Geopolítica se entrelazan en una red de emergencias globales que amplifican las desigualdades». Somos los más vulnerables al cambio climático y tenemos menos recursos para adaptarnos «, subrayó, refiriéndose a los países en desarrollo.

Alerta de agua y cambio climático

El vínculo entre la crisis climática y el agua es directo y devastador. Según los datos de OMM, desde 1970 hasta hoy, el 91% de los desastres naturales están vinculados al agua: sequía, tormentas, inundaciones y deslizamientos de tierra. Los sistemas de alerta tempranos ya han reducido la pérdida de la vida humana de hasta el 80%, pero siguen siendo inaccesibles para muchas comunidades vulnerables. «Asegurar el acceso a estos sistemas es fundamental», reiteró Saul.

En Argentina, el Proyecto Preventir Integra la inteligencia de radar y artificial para mejorar los pronósticos, pero el científico denuncia que el intercambio de datos hidrológicos entre países aún es escaso, obstaculizando la prevención.

Datos que salvan vidas, pero no los glaciares

La pérdida de agua dulce no es un fenómeno reversible a corto plazo. El agua de los glaciares se vierte en los océanos, elevando el nivel del mar y modificando los equilibrios costeros. Las «gemelas digitales», simulaciones que anticipan los efectos de los trabajos de agua o eventos extremos, podrían ayudar a planificar intervenciones más efectivas, pero requieren modelos precisos y datos compartidos.

El tema del agua también está vinculado a la transición de energía. «En 2010, las fuentes no renovables estaban creciendo; en 2024, las energías renovables también crecen. Es una buena noticia, pero no a la velocidad necesaria. ¿Cómo podemos financiar una transición correcta?» Saul preguntó.

China, Estados Unidos y la Unión Europea Guía inversiones verdesmientras que América Latina, África y el sudeste asiático permanecen atrás, con consecuencias que corren el riesgo de expandir la brecha económica y tecnológica.

El papel de las comunidades

Para Saúl, la ciencia por sí sola no es suficiente: «Para transformarte, tienes que participar; para participar, tienes que comprometernos». En Argentina, los ejemplos virtuosos provienen de la aplicación Nacional del Servicio Meteorológico y de los pluviómetros comunitarios instalados a lo largo del río Matanza.

Las elecciones diarias también cuentan: reduzca el desperdicio, gestione correctamente los desechos, limiten el consumo superfluo. «Construir la esfera pública significa defender a la comunidad», recordó el científico, invitando a la cooperación internacional y al multilateralismo.