De Panna a Levissima: estas 6 conocidas marcas de agua mineral embotellada contienen Pfas

La propagación de PFAS, ahora presente en todo el medio ambiente y en nuestras mesas, sigue siendo motivo de preocupación (y no poca). En los últimos meses paz verde Ya había denunciado la presencia de «contaminantes eternos» en el agua potable en Italia, publicando el primer mapa nacional de contaminación.

La encuesta, realizada entre septiembre y octubre de 2024 sobre 260 muestras de agua tomadas principalmente de fuentes públicas en 235 municipios, mostró que el 79% dieron positivo a estas sustancias, con niveles preocupantes, especialmente en Lombardía, Piamonte, Véneto, Emilia-Romaña, Toscana y Cerdeña.

: ¿El agua del grifo es segura? El primer mapa de la contaminación por PFAS del agua potable italiana

Ahora la misma organización ha querido dar un paso más, comprobando la situación de aguas minerales embotellados. Para ello, en un supermercado de Roma, 16 muestras pertenecientes a las 8 marcas más populares de nuestro país. Las botellas fueron analizadas en dos laboratorios diferentes, uno en Alemania y otro en Italia, para no tener dudas sobre los resultados.

Como nos recuerda Greenpeace, las PFAS son:

Sustancias poli y perfluoroalquilo utilizadas en productos de consumo por sus propiedades repelentes de agua y aceite. Convenientes, sí, pero sumamente peligrosos: no sólo se acumulan en el ambiente sin degradarse, sino que desde hace mucho tiempo se los asocia con graves riesgos para la salud (daños hepáticos, problemas del sistema endocrino y tiroides, alteraciones del sistema inmunológico, tumores renales y testiculares, infertilidad y diabetes).

Marcas de agua mineral con o sin PFAS

Se analizaron las siguientes aguas:

Ferrarelle y San Benedetto Naturale fueron los únicos sin PFAS detectables (por debajo de 50 ng/L).

En cambio, la presencia de TFA se encontró en las otras seis marcas. EL valores más altos fueron encontrados en:

Seguidos de Rocchetta, San Pellegrino y Uliveto, todos menos contaminados.

La sustancia detectada es ácido trifluoroacético (TFA), el PFAS más extendido en el mundo, conocido por su extrema persistencia y posibles riesgos para la salud.

¿Tienes curiosidad por saber cómo reaccionaron las empresas ante estos resultados? Como dice Greenpeace, hubo un silencio total:

Después de nuestro descubrimiento, nos pusimos en contacto con las marcas para pedirles aclaraciones: sin embargo, ninguna de las empresas contactadas quiso hacer comentarios.

¿Qué es el TFA y por qué es peligroso?

El TFA (ácido trifluoroacético) Pertenece a la gran familia de las PFAS. Es una sustancia caracterizada por una extrema persistencia y movilidad: no se degrada en la naturaleza y puede acumularse en los organismos vivos. Las autoridades alemanas lo consideran tóxico para la reproducción, hasta el punto de que Alemania ha pedido a la ECHA (Agencia Europea de Sustancias Químicas) que lo clasifique oficialmente como «metabolito relevante» de los productos fitosanitarios.

El problema más grave es su propagación global: Se han detectado AGT en el suelo, el agua, los organismos vivos e incluso la sangre humana, incluida la de algunos políticos de la UE. Dada esta presencia tan extendida, no sorprende en absoluto que la sustancia se encuentre ahora también en aguas minerales embotelladas, lo que confirma lo extendida y difícil que es contenerla.

Hacia una ley de cero PFAS

En marzo de 2025, el Consejo de Ministros aprobó un decreto para reducir los límites de PFAS en el agua potable e introducir restricciones específicas para los TFA. Sin embargo, la disposición aún no se ha convertido en ley y no aborda la cuestión central: aunque ahora se conocen los riesgos, La producción y el uso de PFAS continúan sin disminuir..

La directiva europea 2020/2184, que no entrará en vigor hasta 2026, establece límites para las PFAS en el agua potable, pero muchos expertos los consideran demasiado elevados y, por tanto, poco eficaces en comparación con los ya establecidos por países como Alemania, Dinamarca y Estados Unidos.

Rebajar los límites es un paso en la dirección correcta, pero no es suficiente. Mientras las PFAS se produzcan y utilicen a gran escala, inevitablemente terminarán en el medio ambiente y en el agua que bebemos.

Por eso pregunta Greenpeace una ley de cero PFAS (también hay una petición activa que puedes firmar AQUÍ), que prohíbe completamente la producción y el uso de estas sustanciasreemplazándolos por alternativas más seguras. Sólo así será posible proteger verdaderamente la salud de las personas y reducir la contaminación.