Durante 24 años, los satélites de la NASA han estado observando la Tierra desde arriba, registrando cada variación de luz que nuestro planeta envía al espacio. Hoy, gracias a los datos del programa. CERES (Las nubes y el sistema de energía radiante de la Tierra)los científicos han descubierto algo inquietante: la tierra se está volviendo más oscura.
Y no es sólo una impresión. El albedo de la Tierra, es decir, la cantidad de energía solar reflejada, está disminuyendo visiblemente y el fenómeno ocurre mucho más rápido. en el hemisferio norte:
Ambos hemisferios se están oscureciendo, pero el norte lo hace a un ritmo más rápido.
En la práctica, El norte del planeta absorbe cada vez más radiación solar. y envía menos cantidad de regreso al espacio. El resultado es un círculo vicioso: más calor, más hielo derritiéndose, menos superficies blancas que reflejan la luz y, por tanto, aún más calor.
¿Qué le está pasando a la Tierra?
El clima de la Tierra se basa en un sutil equilibrio, el que existe entre la luz que llega del Sol y el calor que la Tierra devuelve. es el llamado equilibrio radiativo: una especie de “cuenta de energía” planetaria que decide cuánto se calienta o se enfría el planeta.
Sin embargo, algo va mal. las medidas de CERESque comenzaron en 1997, muestran que La atmósfera y los océanos ya no pueden compensar las diferencias entre los dos hemisferios..
En el hemisferio norte, de hecho, el aumento de la absorción solar es evidente:
Los científicos hablan abiertamente sobre “límite en la capacidad de las nubes para mantener la simetría entre los dos hemisferios”.
En pocas palabras: incluso las nubes, que normalmente actúan como un filtro natural, parecen haber perdido parte de su eficacia en la redistribución de la luz y el calor del planeta.
A esto se suma otro dato no despreciable: El hemisferio norte se calienta y humedece más que el sur.una señal de cambios profundos en la circulación atmosférica global.
La Tierra cambia de color: una brillante llamada de atención
El hecho de que la Tierra se esté “oscureciendo” no es sólo una curiosidad de laboratorio: es una señal directa del cambio climático. Un planeta que refleja menos luz es un planeta que retiene más energía, por tanto más calor. Y esto, a la larga, acentúa el desequilibrio climático entre el norte y el sur.
Los autores del estudio, publicado en PNASllaman a la prudencia: el período de observación (24 años) es todavía demasiado corto para sacar conclusiones definitivas. Pero la tendencia es clara: el mundo se está volviendo más oscuroy este oscurecimiento avanza más rápidamente donde vive la mayoría de los humanos.
El planeta no sólo se está calentando… él también está apagando las luces.