Miedo y momentos de tensión en la COP30 en Belém, Brasil. A última hora de la tarde de ayer se produjo un incendio en el interior del Zona Azulzona que acoge las principales negociaciones climáticas. Las llamas se extendieron a los pabellones de los distintos países, cerca del italiano, cerca de la entrada oficial de la Conferencia.
La alarma saltó sobre las 18.00 horas (14.00 hora local), justo en la víspera del cierre de las obras. En pocos minutos, el humo invadió la zona de exposición, obligando a la evacuación inmediata de delegados, observadores y periodistas -entre ellos varios corresponsales italianos- que estaban acompañados hasta la zona situada en el lado opuesto del complejo.
Personal de la ONU y agentes de seguridad intervinieron rápidamente en el lugar e intentaron contener las llamas utilizando extintores. Posteriormente, los bomberos tomaron el control de la situación y aseguraron la zona. Según las autoridades locales, aunque aún quedan por esclarecer los motivos que desencadenaron el incendio.
caralho, fogo na zona azul aquí desde COP 30. se ve gente corriendo. ¡mi dios! pic.twitter.com/ebXubnHwiR
— ralfer (@ralferr) 20 de noviembre de 2025
Si esto es una metáfora
El Ministro de Turismo de Brasil, Celso Sabinoconfirmó alrededor de las 14.30 hora local que el episodio estaba «bajo control». Sin embargo, la amargura simbólica persiste: un incendio en el mismo lugar donde los gobiernos del mundo deberían estar discutiendo soluciones a la crisis climática.
Un accidente que, aunque afortunadamente sin consecuencias para las personas (algunos fueron hospitalizados por inhalación), se produce en una COP ya marcada por retrasos, tensiones negociadoras y dificultades para encontrar acuerdos concretos. Una señal inquietante, mientras el Planeta sigue pidiendo acciones urgentes, no nuevas emergencias.
sucediendo ahora en #COP30 Una sección del pabellón se incendió, los bomberos luchan contra las llamas y el exceso de calor aquí hace alarde de las llamas. Seguramente no es el tipo de final que habíamos previsto. Este revés temporal seguramente no debería suponer el fin
Orando por la seguridad de todos pic.twitter.com/x7jUWHwuIO— Dr. Michael Terungwa David #Clima #Alimentos #Justicia (@miketerungwa) 20 de noviembre de 2025
La imagen del incendio en la COP30 –en el corazón de la conferencia mundial sobre el clima– es ciertamente difícil de ignorar. No sólo por el miedo que vivieron quienes estuvieron allí, sino por lo que representa: Mientras la Tierra arde, seguimos discutiendo como si aún tuviéramos tiempo..
Es casi grotesco. Se produce un incendio justo donde se negocian las estrategias para salvar el planeta, en medio de infinitos compromisos y resistencias. Un escenario que resume perfectamente la época que vivimos: la emergencia es real, física, tangible, pero la reacción es lenta, burocrática, diluida en declaraciones sin empuje.
El fuego que obliga a evacuar a ministros, delegados y periodistas es el mismo fuego que avanza en los bosques, que alimenta sequías extremas, que hace que los fenómenos meteorológicos sean cada vez más violentos. Un incendio que no espera comunicados de prensa ni decisiones de compromiso.
El Planeta ya está en llamas. La única diferencia es esa.