La explosión de un coche bomba frente a una comisaría de policía comunitaria en la localidad de Coahuayana, Michoacán, mató el sábado a seis personas, entre ellas al menos tres agentes de policía.
El fiscal general de Michoacán, Carlos Torres Piña, informó el domingo que el número de muertos había aumentado a seis desde un informe anterior de cinco muertes. Informó que otras siete personas resultaron heridas en la poderosa explosión, aunque el alcalde de Coahuayana dijo el sábado que hasta 30 personas resultaron heridas.
Una de las personas asesinadas fue un hombre que conducía el vehículo cargado de explosivos, mientras que un cómplice también falleció, dijeron autoridades de Michoacán a la agencia de noticias EFE.
La Fiscalía General de Michoacán informó este sábado que tres policías comunitarios de Coahuayana murieron en un hospital mientras recibían tratamiento. Algunos medios informaron que cuatro policías comunitarios murieron.
Torres dijo que el vehículo que explotó fue una camioneta Dodge Dakota negra que ingresó a Michoacán por la Carretera Federal 200 desde el vecino estado de Colima. El municipio de Coahuayana limita con Colima y el Océano Pacífico.
La detonación del coche bomba se produjo a las 11:40 horas del sábado en el centro de Coahuayana, la localidad más grande de un municipio de alrededor de 17.000 habitantes. La explosión causó daños a varios otros vehículos, así como a edificios cercanos, incluido el Palacio Municipal de Coahuayana.
FGR investiga
La Procuraduría General de la República (FGR) dijo este domingo en un comunicado que investiga el incidente relacionado con el crimen organizado en coordinación con el gabinete de seguridad del gobierno federal y autoridades de Michoacán.
Dijo que peritos forenses y agentes federales de la Agencia de Investigación Criminal de la FGR se encontraban investigando el lugar de la explosión.
La FGR también dijo que su división contra el crimen organizado, conocida como FEMDO, lideraría la investigación. No atribuyó la explosión a ningún grupo criminal específico, pero informes de los medios sugirieron que el culpable era el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Citando información de la Secretaría de Marina, EFE informó que policías comunitarios de Coahuayana y el vecino municipio de Aquila mantienen un feroz “enfrentamiento” con el CJNG “por el control de las rutas del narcotráfico”.
El gobierno del estado de Michoacán no reconoce a la policía comunitaria de Coahuayana como fuerza de seguridad oficial, ya que sus integrantes no cuentan con credenciales certificadas, informó el diario Milenio. Está liderado por Héctor Zepeda Navarrete, exintegrante de las autodefensas () que se crearon en Michoacán hace más de una década para emprender la lucha contra el cartel de los Caballeros Templarios.
La explosión de un coche bomba fue inicialmente considerada un acto de terrorismo.
En un comunicado emitido el sábado, la FGR dijo que estaba investigando la explosión del coche bomba como un “delito de terrorismo”.
Sin embargo, la palabra terrorismo no apareció en el comunicado que emitió la FGR el domingo.
A principios de este año, el gobierno de Estados Unidos designó a seis cárteles de la droga mexicanos, incluido el CJNG, como organizaciones terroristas extranjeras.
Explosión ocurrió a 5 semanas del asesinato del alcalde de Uruapan
La explosión del coche bomba en Coahuayana ocurrió exactamente cinco semanas después de que el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, fuera baleado en la plaza central de esa ciudad, la segunda más grande de Michoacán.

El gobierno federal respondió al asesinato y la inseguridad general en Michoacán –uno de los estados más violentos de México– con el “Plan Michoacán para la Paz y la Justicia”, una iniciativa de 57 mil millones de pesos (3,1 mil millones de dólares) que incluye el despliegue de tropas adicionales, así como varias otras acciones.
El 30 de noviembre, el gobierno federal informó que los homicidios en Michoacán disminuyeron casi un 50% el mes pasado en comparación con octubre y septiembre.
Las estadísticas indicaron que la implementación del Plan Michoacán estaba teniendo un impacto positivo en la situación de seguridad en el estado, pero el ataque con coche bomba del sábado fue un recordatorio brutal de que Michoacán sigue siendo un foco de crimen organizado.