El borrador del texto para la COP30 provocó varias reacciones de expertos y activistas ambientales, que denunciaron la falta total de medidas concretas para abordar el problema. problema de combustibles fósiles.
Aunque el tema de la eliminación gradual de los combustibles fósiles surgió con fuerza durante las negociaciones, la propuesta del documento habría eliminado efectivamente cualquier referencia directa a estas fuentes de energía, causando decepción y preocupación.
La propuesta, presentada hoy 21 de noviembre, no menciona ni remotamente la necesidad de reducir progresivamente el uso de petróleo, gas y carbón. Un tema que, a pesar de su centralidad en las discusiones políticas globales, no encuentra espacio en un documento que se limita a reconocer el «Necesidad de una respuesta eficaz y progresiva a la amenaza urgente del cambio climático.“.
El texto se centra principalmente en el camino hacia bajas emisiones de gases de efecto invernadero y un desarrollo resiliente, pero no ofrece un plan concreto para abandonar los combustibles fósiles.
Una falta de compromisos precisos que fue vista como un serio retroceso en comparación con los compromisos asumidos durante la COP28 en Dubai, donde casi 200 países habían acordado al menos abandonar los combustibles fósiles de manera «justa, ordenada y equitativa» para alcanzar cero emisiones netas en 2050. A pesar del creciente apoyo a un plan para eliminar los combustibles fósiles, el borrador ni siquiera establecía una verdadera «hoja de ruta», sino que proponía dejar a cada país en libertad de definir sus propios objetivos sin medidas vinculantes.
El atractivo de Lula y las críticas internacionales
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también enfatizó la necesidad de abandonar los combustibles fósiles, definiendo esta transición como una prioridad para el futuro del planeta. Sin embargo, los críticos del texto de la COP30 argumentan que, a pesar de las declaraciones de intenciones, el documento no aborda adecuadamente los desafíos económicos y sociales relacionados con la transición energética.
Bruce Douglas, director ejecutivo de la Alianza Global de Energías Renovables, dijo que no establecer una hoja de ruta pragmática sería un «sensacional oportunidad perdida“Según Douglas, la eliminación progresiva de los combustibles fósiles no es ahora sólo una necesidad ecológica, sino también una opción económica, dado que las inversiones en energías renovables superan a las de los combustibles fósiles en dos a uno.
En el último día de negociaciones, se necesitan mejoras sustanciales para seguir en el camino hacia un mundo que limite el calentamiento global a 1,5°C y evite el empeoramiento de la crisis planetaria, afirma el WWF, que pide a los países que incluyan hojas de ruta sobre los combustibles fósiles y la deforestación con objetivos concretos en el texto final.
El WWF pide también al ministro Pichetto Fratin y a la delegación italiana claridad sobre la posición adoptada. De hecho, Italia no ha firmado la declaración de los países que han pedido oficialmente incluir las dos hojas de ruta en las decisiones finales. El Ministro Pichetto, de hecho, había subrayado ayer que no estaba en contra de las dos hojas de ruta y que no había puesto obstáculos a la Unión Europea en esto, pero en la práctica no aparece ni la firma de Italia ni la de la Unión Europea, por lo que es razonable suponer un veto: es hora de decir exactamente cómo están las cosas.