El contacto con la naturaleza es fundamental para nuestro bienestar físico y mental, especialmente en un entorno urbano, donde es imprescindible tener acceso a ella. áreas verdes cerca para encontrar la serenidad lejos de la rutina caótica y el smog.
Cecil Konijnendijk, profesor holandés y miembro del Instituto de Soluciones Basadas en la Naturaleza, propuso un método sencillo para evaluar la accesibilidad de estas zonas verdes: la regla 3-30-300. Compruébalo mirando desde tu ventana: ¿Puedes ver al menos 3 árboles? Ésta es una primera señal positiva. A continuación, debes determinar si tu vecindario tiene al menos el 30% de su superficie cubierta de vegetación y si tu casa está ubicada a menos de 300 metros de un parque o jardín.
Naturalmente, para quienes viven en el campo, responder positivamente a estas 3 preguntas seguramente será más fácil, mientras que en la ciudad la mayoría de la gente no tiene tanta suerte. Sin embargo, tener la cantidad adecuada de vegetación incluso en las metrópolis podría marcar una diferencia notable.
Ver 3 árboles de cada casa.
La primera regla es que cada ciudadano debería ver al menos tres árboles de tamaño decente desde su casa.
Como escribe el profesor Cecil Konijnendijk:
Investigaciones recientes demuestran la importancia de tener zonas verdes cerca, especialmente visibles, para la salud mental y el bienestar. Durante la pandemia de COVID-19, las personas a menudo han estado atadas a sus hogares y han dado aún mayor importancia a los árboles cercanos y otras zonas verdes en los patios y a lo largo de las calles. El municipio danés de Frederiksberg tiene una política de árboles que exige que cada ciudadano vea al menos un árbol desde su casa o apartamento. Deberíamos dar un paso más.
30% de cobertura de árboles en cada vecindario
Cecil Konijnendijk recuerda que:
Los estudios han demostrado una asociación entre la cubierta forestal urbana y, por ejemplo, una mejora del microclima, la salud física y mental y quizás incluso una reducción de la contaminación del aire y el ruido. Al crear vecindarios más verdes, también alentamos a las personas a pasar más tiempo al aire libre e interactuar con sus vecindarios (lo que a su vez promueve la salud social).
Ya hay varias ciudades en el mundo que son especialmente ambiciosas en términos de ecosostenibilidad y se han fijado el objetivo de alcanzar 30% de cobertura vegetal. Entre ellas se incluyen Barcelona, Bristol, Canberra, Seattle y Vancouver.
Konijnendijk cree que el 30% es sólo el mínimo: lo ideal sería aspirar a un porcentaje aún mayor para la vida urbana en armonía con la naturaleza.
A 300 metros del parque o espacio verde más cercano.
También sobre este punto habla la ciencia. Como recuerda Konijnendijk:
Muchos estudios han destacado la importancia de la proximidad y el fácil acceso a espacios verdes de alta calidad que puedan utilizarse para la recreación. A menudo se menciona una caminata segura de 5 o 10 minutos. La Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud recomienda una distancia máxima de 300 metros del espacio verde más cercano (de al menos 1 hectárea). Esto fomenta el uso recreativo de espacios verdes con impactos tanto para la salud física como mental.
Como es de imaginar, el espacio verde tendrá que diseñarse según el contexto en el que se ubica, porque las necesidades de las zonas con baja densidad de población serán diferentes a las de las urbanas más pobladas. Para las ciudades, por ejemplo, podría ser una excelente solución crear más carriles bici y senderos para peatones.
La implementación de la regla 3-30-300 mejorará y ampliará el bosque urbano local en muchas ciudades y, por lo tanto, promoverá la salud, el bienestar y la resiliencia.