La industria cárnica y láctea contamina más que Arabia Saudita: una empresa italiana se encuentra entre los 20 mayores contaminadores mundiales

La industria mundial de la carne y los lácteos ya no es sólo una cuestión de agricultura o alimentación, sino un actor importante en la crisis climática, con el impacto de una “superpotencia” contaminante. Esto es lo que surge de un nuevo y detallado análisis, titulado «Asando el planeta: las grandes emisiones de la carne y los lácteos» (Asando el Planeta: las grandes emisiones de los gigantes de la carne y los lácteos), publicado por un grupo de expertos en política medioambiental y alimentaria, entre ellos aumento de comida, Amigos de la Tierra Estados Unidos, Paz verde nórdica Y Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP).

Mil millones de toneladas de gases de efecto invernadero

Entre 2022 y 2023, las 45 empresas cárnicas y lácteas más grandes del mundo generaron en total más de mil millones de toneladas de emisiones equivalentes de CO2. este volumen supera las emisiones totales de Arabia Sauditael segundo mayor productor de petróleo del mundo. El análisis destaca que si estas 45 empresas fueran consideradas un solo estado, se posicionarían como el noveno país del mundo en emisiones de gases de efecto invernadero.

El impacto es aún más evidente en comparación con los gigantes de los combustibles fósiles. Sólo los cinco mayores emisores del ranking: los gigantes JBS, Marfrig, Tyson, Minerva Y Cargill – juntos produjeron alrededor de 480 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero en 2023, una cantidad que supera la generada por los gigantes petroleros Cheurón, Concha o PA.

Metano, el acelerador climático

Más de la mitad de las emisiones estimadas (precisamente el 51%) provienen de metano (CH4). Esta cantidad de emisiones de metano, generadas por las 45 empresas, es superior a la producida por todos los países de la Unión Europea y el Reino Unido juntos solo en 2023.

El metano es un gas de efecto invernadero que altera enormemente el clima y tiene una vida relativamente corta, y se considera un «freno de emergencia» climático crucial. Según los científicos, las emisiones globales de metano deben caer un 45% para 2030 para tener posibilidades de mantener el calentamiento global dentro del límite de 1,5°C establecido por el Acuerdo de París. Según los expertos, no reducir las emisiones del ganado nos llevará a “mucho más allá del umbral límite“, a un paso de la catástrofe climática.

Italia entre los 20 mayores contaminadores

El análisis destaca el peso desproporcionado de algunos actores. El gigante cárnico brasileño JBS ocupa el primer lugar, generando casi una cuarta parte (24%) de todas las emisiones producidas por las empresas examinadas, con más de 240 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2023. En general, el expediente muestra que alrededor de tres cuartos de las emisiones totales de gases de efecto invernadero provienen de sólo 15 de las 45 empresas de la lista, una cifra que pone de relieve el peso desproporcionado de los gigantes de la carne y los productos lácteos.

Un nombre italiano también aparece en el ranking: il Grupo Cremonini, que ocupa el vigésimo lugar entre los 45 analizados. La empresa produjo 14,41 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2023, una cifra significativa si se compara con los 42,8 millones de toneladas de emisiones totales del ganado estimadas por la FAO para Italia. El Grupo Cremonini, que controla Inalca (líder en el sector vacuno y conocido por marcas como Montaña y Manzotín), es recordado por Greenpeace como uno de los actores más poderosos e influyentes del sector ganadero en Italia. Inalca, junto con otras empresas, forma parte del top 5 de las empresas italianas con mayores ingresos en el sector de la carne y los productos lácteos, con beneficios de miles de millones, equivalentes a más de 1,6 mil millones de euros según los últimos estados financieros disponibles.

El pedido a los Estados: transición agroecológica

Antes de la Conferencia de las Partes sobre el Clima (COP30), que se celebrará en Belém, en el corazón de la Amazonia (zona muy afectada por la deforestación vinculada a la industria cárnica), los autores del informe y las organizaciones ecologistas hacen un llamamiento a los gobiernos para una transición urgente.

Las recomendaciones para que los líderes mundiales limiten la sobreproducción y el consumo excesivo de carne y lácteos incluyen: