La Tierra pierde una cantidad impresionante de agua dulce (que podría satisfacer las necesidades de 280 millones de personas)

Cada año, elagua dulce que la Tierra pierde—324 mil millones de metros cúbicos—podría satisfacer la necesidades anuales de aproximadamente 280 millones de personas. Esta pérdida fue medida y documentada en las últimas Informe de seguimiento mundial del agua del Banco Mundialque habla explícitamente de “sequía continental“: una disminución persistente y a largo plazo de las reservas de agua de la Tierra.

El problema, revelado gracias a un nuevo análisis de dos décadas de datos satelitales (Misiones GRACIAS Y GRACIA-FO) combinado con datos económicos y de uso de la tierra, ya no se limita a áreas desérticas, sino que involucra vastas masas continentales. La imagen que surge es la de un sistema hídrico global que está alcanzando un punto de inflexión.

Cuando el retiro supera al depósito

El agua dulce se almacena en el continente como en una “cuenta bancaria gigante”. El informe revela que, a nivel mundial, Los retiros superan sistemáticamente a los depósitoslo que lleva a un déficit. Esta pérdida ha alcanzado el 3% del suministro anual de agua dulce renovable de toda la cuenca; sin embargo, en zonas áridas que ya se encuentran en la fase de secado, alcanza un umbral crítico del 10%.

Además de calentamiento global y alintensificar la sequíala crisis está alimentada directamente por decisiones humanas concretas. La agricultura, que consume el 98% de la huella hídrica humana total, está en el centro del problema: en las regiones no glaciares, el agotamiento de los acuíferos (68% de la pérdida de agua) y la conversión intensiva de tierras para riego se encuentran entre los principales culpables de la pérdida de reservas. Decisiones sobre el uso de la tierra, como rápida urbanización y elriego intensivoson de hecho un factor clave para la sequía continental.

Además, la subvaloración y el bajo precio del agua, especialmente en la agricultura, incentivan su uso excesivo y su ineficiencia. En los países que dependen en gran medida del riego, los precios más bajos de la energía, a menudo subsidiada para bombear aguas subterráneas, se asocian con un agotamiento más rápido de las reservas de agua. No menos importante, en países con una débil implementación de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH), las reservas se están agotando a un ritmo dos o tres veces mayor que el de las naciones gestionadas de forma más eficaz.

Trabajo, alimentación y biodiversidad

La sequía continental no es un problema que sólo afecta a los metros cúbicos, sino que genera consecuencias que afectan directamente la vida de las personas y la estabilidad ambiental global.

La escasez de agua compromete gravemente la productividad agrícola, provocando pérdidas de empleo y reducción de ingresos. En el África subsahariana, las sequías dejaron sin trabajo a entre 600.000 y 900.000 personas cada año entre 2005 y 2018, un impacto que fue particularmente agudo entre las mujeres y los trabajadores poco calificados. El agua virtual, es decir, el agua incorporada a los bienes comercializados, significa que la escasez de agua local puede tener repercusiones económicas globales, como lo demuestra la disminución estimada de 100 mm en las precipitaciones en la India. podría reducir el ingreso global real en unos 68 mil millones de dólares.

Ambientalmente, el agotamiento de las reservas de agua aumenta significativamente la probabilidad y gravedad de los incendios forestales. En áreas de alta biodiversidad, un aumento de una desviación estándar en la tasa de agotamiento del agua dulce aumenta la probabilidad de incendio en un 50%. El análisis pone de relieve un preocupante «punto de no retorno», provocado por una sinergia no lineal: la desecación dificulta la adaptación al calentamiento y viceversa, acelerando exponencialmente los daños.

las soluciones

A pesar de la gravedad de la situación, el informe indica que existen importantes oportunidades de ahorro, sobre todo mejorar la eficiencia del uso del agua en la agricultura. Llevar a los productores de baja eficiencia en regiones propensas a la desecación a estándares medios globales de gestión del agua, por ejemplo, podría reducir el uso anual de agua de riego en 137 mil millones de metros cúbicos.

El informe recomienda una estrategia triple para abordar la crisis: gestionar la demanda mediante la adopción de tecnologías eficientes y límites de extracción; aumentar la oferta, a través de reciclaje, desalinización y almacenamiento mejorado; y mejorar la asignación de recursos escasos.

Para que todo esto sea efectivo, es necesario actuar sobre cinco palancas transversales: fortalecer las instituciones, reformar las tarifas y los subsidios, adoptar la contabilidad del agua (medición precisa del consumo y el suministro), explotar la innovación tecnológica y dar un valor al agua en el comercio. Sólo mediante la integración de datos y políticas en tiempo real que reflejen el verdadero valor de este recurso podremos garantizar que la sequía continental no se acelere hacia consecuencias irreversibles.

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