No, no es un Pokémon: la misteriosa polilla caniche que ha hechizado a la web y confundido a la ciencia

Un insecto tan extraño que casi parece falso: está ahí polilla canicheel llamado polilla caniche que desde hace años viene confundiendo a internautas y expertos, gracias a su cuerpo blanco y ese suave «pelaje» que realmente se asemeja al pelaje de un caniche. Una criatura real, fotografiada sólo una vez en 2009 y todavía envuelta en un velo de misterio.

El descubrimiento de la polilla caniche y por qué enloqueció a la web

La historia comienza en 2009cuando el biólogo Arturo Anker toma una serie de fotografías durante un viaje a Parque Nacional Gran Sabanaen Venezuela. Entre las 75 fotografías subidas a Internet, hay una en particular que llama la atención de los bloggers unos años después: un insecto blanco, suave, casi surrealista.

Y ahí es donde nace el mito.

La red le cambia el nombre. Polilla Caniche Venezolanael polilla caniche: alas de polilla absolutamente comunes, pero el cuerpo cubierto de un plumón compacto que parece un pelaje de pequeño animal ante litteram. Las antenas, grandes y emplumadas, ayudan a darle al animal un aspecto divertido e irresistible, como si alguien hubiera decidido dibujar un Pokémon vivo.

La fascinación no sólo afecta a los usuarios: también al conocido zoólogo Karl Schuker se vuelve curioso. Observe los ojos oscuros y redondeados, el pelaje blanco, la estructura de las antenas, llegando a una posible identificación: la polilla caniche podría pertenecer al género Artacefamilia de Lasiocampidae. Entre los candidatos de comparación se encuentra incluso el La diáfora suplicauna polilla conocida en Rusia y Gran Bretaña. Pero la similitud no es suficiente: patas, antenas y proporciones son diferentes. Demasiado diferente. Ergo, no hay certeza. Sólo hipótesis.

Y cuanto más crece el misterio, más se sigue difundiendo la foto, rebotando en blogs, redes sociales y sitios científicos.

¿Es realmente una especie nueva?

Lo más fascinante de la polilla caniche es que, hasta la fecha, . Sin vídeo, sin captura, sin descripción científica oficial.

Un escenario casi de novela naturalista.

Los científicos plantean la hipótesis de que:

Lo que hace todo más complejo es el hecho de que, a lo largo de los años, han circulado por Internet. fotos falsaso imágenes de otras polillas que se hacen pasar por polillas caniche. En resumen: un caos bien conocido por quienes se ocupan de la biodiversidad y la difusión. El único dato cierto es el original: la fotografía de 2009 en Venezuela. Todo lo demás es nebuloso, como la pelusa de la polilla.

¿Por qué nos fascina tanto?

La polilla caniche llama la atención porque parece fuera de lugar. Es suave, redondo, casi «bonito» y al mismo tiempo sorprendente: un insecto que se parece a un cachorro doméstico.

En un mundo donde estamos acostumbrados a ver: polillas anónimas y grises, insectos que despiertan más miedo que simpatía y criaturas tropicales difíciles de imaginar, la polilla caniche rompe el muro del imaginario colectivo. Es real, pero parece sacado de una caricatura. Es un insecto, pero se parece a una mascota. Está fotografiado, pero no clasificado.

Y, sobre todo, representa algo que a menudo olvidamos: si la polilla caniche es realmente una especie nueva o una variante particularmente divertida de una polilla ya conocida, poco importa: su caso nos recuerda que el planeta está lleno de criaturas que escapan a la mirada humana.

En grandes ecosistemas como el bosque venezolano, insectos tan peculiares pueden pasar desapercibidos durante siglos. O pueden surgir repentinamente, gracias a la respuesta de un científico curioso y al boca a boca en la web.

Después de todo, una pequeña polilla que parece un caniche nos recuerda que todavía tenemos mucho que aprender. Y que a veces basta un solo disparo para hacernos volver a ser niños ante el misterio de la biodiversidad.

La información más reciente: el misterio permanece

En los últimos años varios sitios populares han relanzado la historia de la polilla caniche, confirmando que:

Una situación rara, pero no imposible: muchas polillas tropicales siguen siendo poco estudiadas, especialmente en zonas remotas como la Gran Sabana.

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