Un decreto que suprime seis ministerios: entonces el presidente de Ecuador, Daniel NOVOAfirma el despido Miles de empleados, incluidos los del Ministerio del Medio Ambiente. Un movimiento que forma parte de una estrategia de reducción más amplia del gasto público y que ya ha llevado a 5 mil expulsiones en el sector público. Con efecto inmediato.
Y más allá de las declaraciones oficiales que justifican estas opciones con la necesidad de «mejorar la eficiencia y garantizar un mejor servicio para los ciudadanos», la decisión plantea muchas preocupaciones.
La decisión de eliminar el Ministerio del Medio Ambiente y fusionarlo con la de la energía, por ejemplo, ha desatado una serie de reacciones críticas. Ecuador ha sido un país durante años ha estado en el centro de batallas ambientales cruciales y que ve que los derechos de las poblaciones indígenas a menudo están en riesgo. El movimiento de Nnovera podría debilitar aún más las instituciones que protegen el medio ambiente y los derechos de los pueblos locales, De hecho, al favorecer a las industrias de petróleo y mineríaque constituyen el corazón de su estrategia económica para atraer inversiones extranjeras y relanzar la economía del país.
ESO El Video que Noboa Difundó por apsolutalmente Tadas Las Rees Socials durante el Campaña, prometiendo los del hempleus a las personas que Votar Will por él. Hoy dejó en la Calle a 5,000 trabajadores. Instravel cómo este tipo finfó tan fácil a sus votentes. pic.twitter.com/u3zllrqbf
– Daniel Salcan (@danielsalcan_) 25 de julio de 2025
Según la organización Amazon Frontinesesta decisión representa un desmantelamiento del sistema de monitoreo ambiental Ecuador, con el riesgo de acentuar la impunidad de las grandes compañías petroleras y petroleros mineros. Las preocupaciones también se extienden a los derechos de las personas indígenaque podría ser privado de las protecciones constitucionales a su favor, incluido el derecho a una consulta gratuita e informada sobre las actividades relacionadas con sus territorios ancestrales.
El contexto económico, sin embargo, no puede ser ignorado. Ecuador está bajo presión por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que recientemente aprobó un préstamo de 600 millones de dólares para el país, a cambio de reformas económicas rígidas. El FMI ha impuesto medidas de austeridad que, como se ve, se traducen en recortes draconianos, que se refieren en particular a los sectores relacionados con el medio ambiente y los derechos humanos. La prioridad, para el FMI, parece ser restaurar las finanzas públicas en detrimento de cualquier otra consideración a largo plazo.
Paralelo y paradójicamente, el El sector petrolero juega un papel crucial en la economía del país. A pesar de los problemas relacionados con la contaminación y el daño ambiental, la reapertura de la tubería de petróleo ecuatoriano principal, el Saciarrepresentaba un soplo de oxígeno para el país, que había visto una contracción de su producción de petróleo de aproximadamente el 90% debido al cierre temporal de la tubería, con pérdidas económicas estimadas en alrededor de 20 millones de dólares por día. Razón por la cual la reanudación de la extracción y venta de petrolio Se considera una solución inmediata, a pesar de las graves implicaciones a largo plazo.
El problema, sin embargo, es que este enfoque corre el riesgo de ser a corto plazo. El relanzamiento de petróleo como motor económico no es solo un remedio temporal, sino también un paso más hacia el agotamiento de los recursos naturales y el empeoramiento del daño climático. Y lo sabemos bien.
El calentamiento global ya está causando efectos devastadores en Ecuador: desde el comienzo de 2025, el país ha registrado 52 muertos muertos, miles de casas destruidas y decenas de miles de personas afectadas por eventos extremos relacionados con el cambio climático.
Ecuador, así como el resto del mundo, necesita urgentemente un plan alternativo que no dependa de los combustibles fósiles. La idea de centrarse exclusivamente en el petróleo podría ser una elección no solo dañina para el medio ambiente, sino también para la economía, si no está acompañada de una estrategia de transición hacia un modelo de desarrollo sostenible y diversificado. Después de todo, lo que hoy puede parecer una medida de ahorro a corto plazo, corre el riesgo de convertirse en una cuenta muy alta que se pagará en el futuro.