En el camino que conecta a Casorzo y Grana, en el corazón de Piamonte, hay un prodigio de la naturaleza que captura la imaginación de cualquier persona que lo observe. Los dos tono, un fenómeno botánico único, cuenta una historia de extraordinaria coexistencia: una cereza que ha crecido literalmente al abrazar una morera.
Los orígenes del árbol
El origen de este árbol extraordinario está envuelto en misterio. Probablemente, una semilla de cereza depositada por un pájaro encontrado residencia en el tronco de cable de una morera. Con paciencia y tenacidad, sus raíces han conquistado gradualmente el espacio, subiendo dentro del tronco de invitados hasta que llegan al suelo y luego se acostaron hacia el cielo. Hoy, la cereza excede la morera original de unos cinco metros, como para demostrar su independencia mientras permanece íntimamente conectado a su «padre».
Este no es un fenómeno completamente único en el mundo botánico. Los científicos llaman a este proceso de crecimiento «epifitismo», un término que describe las plantas que viven en otras plantas. Sin embargo, el Casorzo Bialbero representa un caso extraordinario para su tamaño y longevidad. Si bien la mayoría de los epifiCes siguen siendo pequeños y tienen una vida corta, aquí somos testigos de una simbiosis real que desafía las leyes normales del crecimiento de las plantas.
Una atracción
Su singularidad ha transformado este árbol en una verdadera atracción turística. Miles de visitantes cada año se aventuran a Casorzo para admirar esta maravilla natural, un símbolo vivo de armonía y coexistencia. El Bialbero cuenta una historia de resiliencia, de cómo la vida siempre encuentra una manera de existir y crecer, incluso en las condiciones más improbables.
Floración
Y es precisamente este espíritu de celebración de la naturaleza lo que inspiró el evento especial del 29-30 de marzo de 2025. La bodega social de Malvasia ha decidido honrar este árbol extraordinario con un día de dos días que promete ser mágico. A partir de las 16:00, los visitantes podrán sumergirse en una experiencia que combina la belleza del paisaje piamontés con los sabores auténticos del territorio.
Un aperitivo acompañará a los presentes durante las primeras horas de la tarde, lo que les permitirá probar los vinos locales mientras observan la floración del bialbero.
Pero es a las 20:00 que el evento alcanzará su punto máximo: la iluminación espectacular del árbol.
Una oportunidad imperdible para aquellos que aman la naturaleza, la fotografía, la comida y el vino y todos aquellos que aún creen en pequeños milagros que solo el medio ambiente nos puede dar.