Un árbol que ofrece sombra, energía y un lugar de reunión. No es una obra de arte contemporánea, incluso si parece. Es el«Árbol de diálogo»un invento francés nacido del genio artesanal de Hervé Louifique combina estética, sostenibilidad y funcionalidad en un solo objeto: un Muebles solares urbanos capaz de recargar Hasta cuatro bicicletas eléctricasteléfonos inteligentes y tabletas, todo gracias al sol.
De la sombra a la carga
La idea tomó forma en una noche de verano. Hervé Louifi, un artesano de metal, sueña con estar en un banco en medio del desierto, sin batería. Al despertar, transforma ese sueño en un proyecto de concreto: un árbol de metal de seis metros de altura, con Nueve ramas cubiertas con paneles solares Es un baúl que contiene baterías de litio. No solo diseño: el árbol genera suficiente energía para Power Four USB Sockets Y recargar bicicleta electrónicamientras daba la bienvenida a los que pasan con Dos bancos y una mesa circular.
En el corazón de Saint-Georges-Buttavent, en el Mayne francés, el árbol cobra vida. Sin material de plástico, sin publicidad intrusiva, sin Wi-Fi que bloquee: solo Sol, metal y una visión sostenible que combina manualidades e innovación. Todo por un costo inicial de aprox 15,000 eurosdiseñado para comunidades locales, campings, ciudades y áreas turísticas Buscando soluciones ecológicas y autónomas.
Un árbol que produce energía y relaciones
Lejos de la idea del «dispositivo urbano», el árbol solar firmado de Loufi es un objeto vivoque estimula la reunión, ofrece comodidad y renueva la forma en que pensamos la energía en el espacio público. Con su iluminación nocturnalos tomó para todos y la posibilidad de Integre la recarga de autos eléctricosel árbol se propone a sí mismo como Una respuesta concreta y poética a la crisis climática.
Aquí están todos Características principales:
Una idea simple, que sin embargo conquista para su fuerte valor simbólico. El árbol, siempre icono de la vida, también se convierte en aquí Fuente de energía renovable y libreun pequeño «pulmón solar» urbano que es. Solo un poco de sol y mucha previsión.
Algunas ciudades ya han aceptado la iniciativaincluido Saint-Georges-Buttavent, que quería dar una señal concreta en la dirección de la sostenibilidad. Y también París Mire con interés en la instalación. Un árbol que no crece en un bosque, sino en los lugares donde se necesita más: cuadrados, parques, rutas de bicicletas y áreas públicasdonde la energía y la comunidad realmente pueden encontrarse.
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