Una pandemia global invisible está convirtiendo a los erizos de mar y los corales en esqueletos blancos

Una pandemia invisible golpea desde hace casi cuatro años erizos de mar en diferentes regiones del planetadesde el Caribe hasta el Mar Rojo, hasta el Océano Índico. Estos importantes ingenieros de los ecosistemas marinos están muriendo rápidamente, transformando los fondos marinos que alguna vez estuvieron dominados por corales en campos de esqueletos. blanco y algas invasoras.

La nueva ola de muertes, registrada entre 2022 y 2023 en Canarias, marca una etapa crítica en esta crisis global. En particular, los erizos del género Diadema, que desempeñan un papel esencial en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas marinos, están siendo diezmados.

Se trata de erizos que se alimentan de algas que amenazan a los corales, pero cuando son atacados por un patógeno, el efecto es devastador: en pocos días, poblaciones enteras quedan reducidas a caparazones vacíos.

La emergencia en Canarias

Entre el verano de 2022 y 2023, los erizos de diadema africana murieron en masa en las costas de las islas occidentales del archipiélago Canarias. La caída fue impresionante: en La Palma una reducción del 74% y en Tenerife una reducción del 99,7%. Los análisis han demostrado que la reproducción de estos erizos es casi inexistente. El fenómeno, aunque en gran medida misterioso, se repite en muchas otras regiones marinas, desde el Mediterráneo hasta el Mar Rojo y el Océano Índico.

Esto es lo que afirman los autores de un estudio publicado en Fronteras en las ciencias marinas quienes advierten, de hecho, de que la crisis no se limita a Canarias, sino que se ha extendido a diversos ecosistemas marinos globales, donde el patógeno ha sido identificado en varias especies de erizos. En algunas zonas se ha descubierto que un parásito ciliado del género filaster es la principal causa de mortandad y mata hasta el 90% de los erizos infectados.

Las consecuencias de esta pandemia podrían ser devastadoras. Los erizos de mar, que regulan el crecimiento de las algas y sustentan la biodiversidad de los arrecifes, son cruciales para la supervivencia de los corales. Sin ellos, los ecosistemas costeros corren el riesgo de sufrir un colapso irreversible, como ya ocurrió en el Caribe en 1983, cuando una epidemia similar transformó arrecifes enteros en campos de algas.

corales

Los científicos están estudiando la rápida propagación de este patógeno, que parece viajar a lo largo del rutas comerciales marítimasafectando a zonas cada vez más alejadas. A falta de tratamientos o vacunas, la atención se centra en prevenir la propagación controlando las rutas de envío y criando erizos en entornos aislados. Sin embargo, la amenaza es grave: si no se detiene, podría extenderse a nuevos ecosistemas, como el Pacífico, donde se encuentran algunos de los arrecifes más vitales del planeta.

Mientras tanto, la comunidad científica continúa trabajando en tecnologías de muestreo genético submarino para monitorear la epidemia en tiempo real y comprender mejor la naturaleza del patógeno que amenaza a los erizos de mar y, con ellos, la salud de nuestros océanos. El futuro de los arrecifes depende de una respuesta oportuna y una mayor comprensión de esta crisis ambiental global.

Deja un comentario