Una fuerte caída en la ocupación hotelera en el destino turístico de Tulum, en Quintana Roo, está causando alarma entre los sectores turístico y comercial local, con videos que circulan en las redes sociales que muestran calles, restaurantes y playas vacías.
La ocupación hotelera cayó 17.5 puntos porcentuales en septiembre respecto al mismo mes del año pasado, de 66.7% a 49.2%, según la Secretaría de Turismo estatal (Sedetur).
El alcalde Diego Castañón no negó las bajas cifras, atribuyéndolas a una temporada baja más lenta de lo habitual. Pero afirmó que la gravedad de la situación ha sido exagerada por una campaña de desprestigio orquestada por el sector privado y personas influyentes en las redes sociales.
Aseguró a los medios que el turismo a Tulum debería recuperarse desde noviembre hasta fin de año.
La interpretación del gobernador sobre la caída del turismo no es compartida universalmente, especialmente desde que la desaceleración comenzó a notarse durante el verano, típicamente una temporada alta para el destino de playa.
Jorge Portillo Mánica, miembro del Ayuntamiento de Tulum, informó que durante las vacaciones de verano de 2025 los hoteles de la zona de Tulum habían alcanzado apenas el 15% de ocupación.
“Esto no es un juego”, dijo Portillo en aquel entonces. “Tulum está experimentando su peor crisis turística y el sargazo está agravando la peor temporada turística de la historia”.
Haydee Hernández, jefa de Promoción Turística del Ayuntamiento de Tulum, dijo al medio Animal Político que una de las causas detrás de la caída atípica del turismo en esta temporada baja es la gran cantidad de sargazo que llega a la costa.
Las nocivas algas invadieron las playas de Quintana Roo con intensidad sin precedentes durante gran parte del año. La situación se volvió tan crítica durante el verano que casi todas las playas, desde el norte de Tulum hasta la costa sur de Playa del Carmen, así como la parte oriental de Cozumel, estuvieron en alerta roja.
Sin embargo, los usuarios de las redes sociales achacan la caída del turismo a los altos costos del alojamiento, actividades recreativas y alimentación.
“Hasta los comercios pequeños querían venderte un refresco a 200 pesos, ojalá hayan ahorrado para el tiempo que (ahora tienen) para disfrutarlo”, dijo un usuario en una publicación con más de 69 mil me gusta.