Un aroma que ahuyenta y decora
Con el calor llegan los mosquitos, y también las ganas de disfrutar del balcón. La respuesta más elegante y natural es el pelargonio, primo del geranio, famoso por su aroma cítrico y su encanto floral.
Esta planta desprende un perfume intenso cuando rozas sus hojas, creando un halo que los insectos evitan. El resultado es un espacio más tranquilo y una presencia decorativa que viste cualquier rincón.
¿Qué la hace tan especial?
A menudo se confunde con el geranio, pero el pelargonio brilla por su follaje aromático. Sus flores lucen más finas y su capacidad repelente es notable, sobre todo en variedades con notas de limón.
Pelargonium citrosum es el ejemplo emblemático, apreciado por su perfume fresco. Ese toque cítrico es un lenguaje que los mosquitos detestan y del que tu terraza puede beneficiarse.
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¿Cuándo conviene plantarla?
El pelargonio es amante del calor y no tolera las heladas. Por eso, la primavera temprana es el momento perfecto para que enraíce fuerte y arranque con vigor.
Si plantas en marzo o abril, en mayo-junio disfrutarás de más flores y más aroma. Un establecimiento temprano multiplica su acción repelente justo cuando empiezan los mosquitos.
¿Dónde y cómo instalarla?
La ubicación ideal es el sol suave o la semisombra, con macetas bien drenadas. Un sustrato ligero y fértil, enriquecido con compost, garantiza un crecimiento sano.
Riega de forma moderada, dejando secar ligeramente el sustrato entre aportes. Evita el exceso de agua, porque puede provocar pudrición y frenar la floración.
Floración que no se rinde
Con pocos cuidados tendrás flores desde primavera hasta bien entrado el otoño. Retira las flores marchitas para estimular nuevos ramos y mantener la planta activa.
Un abono líquido cada dos semanas sostiene una floración abundante. En climas suaves, el espectáculo puede prolongarse incluso hasta noviembre.
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Consejos prácticos para un efecto óptimo
Coloca las macetas cerca de tus zonas de vida: mesas, hamacas y sofás. Allí el aroma es más perceptible y la molestia de los mosquitos se reduce.
Elige variedades de follaje aromático: limón, menta o rosa. Cuanto más fragrante la hoja, más clara la señal para los insectos.
- Variedades cítricas: Pelargonium citrosum, limón y lima.
- Aromas dulces: Pelargonium graveolens, toque a rosa.
- Notas frescas: Pelargonium con matiz a menta.
- Macetas porosas: barro cocido para mejor drenaje.
- Riegos moderados: sin encharcar, con buen escurrido.
- Poda ligera: pinza puntas para más ramas y flores.
Cita inspiradora
“Un balcón con pelargonios huele a verano y suena a noches sin zumbidos.”
Multiplicación y conservación
Antes de las primeras heladas, resguarda tus macetas en un interior luminoso. También puedes hacer esquejes, que arraigan con facilidad en sustrato ligero.
Así conservas tus plantas de un año a otro y ahorras en compras. Además, podrás regalar plantines a amigos y ampliar tu colección.
Un aliado eco-responsable
Al usar esta planta reduces los repelentes químicos y cuidas la biodiversidad. El pelargonio repele mosquitos, pero atrae polinizadores que visitan sus flores.
La solución es natural, estética y fácil para cualquier nivel de experiencia. Con unas cuantas macetas creas una barrera verde, perfumada y eficaz.