Basta de vallas LED: así el Perú combate la contaminación lumínica (y protege a los animales)

Perú da un paso adelante que huele a futuro: de hecho, el Gobierno acaba de aprobar una nueva normativa destinada a proteger el cielo nocturno, nuestra salud y el medio ambiente de una contaminación a menudo invisible pero que tiene un impacto profundo, que luz.

Este es el Decreto Supremo n. 021-2025-MINAM, suscrita por el Presidente José Enrique Jerí Oré, que da cumplimiento a la Ley núm. 31316 y define un marco integral para gestionar todas las fuentes de luz artificial que alteran el cielo nocturno, los ecosistemas y el bienestar humano. A partir de vallas publicitarias súper brillantes, incluso con LEDel reglamento se aplicará a las actividades relacionadas con el alumbrado público y las infraestructuras deportivas, industriales o de servicios.

En definitiva, una normativa que pretende reducir los riesgos para la salud, mejorar la eficiencia energética, aumentar la seguridad vial y proteger el paisaje.

Objetivos que hablan directamente de la calidad de vida cotidiana: menos deslumbramientos, menos luces invasivas que perturban el sueño, menos derroche de energía y una mejor protección de la fauna nocturna, especialmente sensible a la presencia de iluminación artificial.

¿El principio subyacente? El derecho de toda persona a vivir en un ambiente sano y adecuado para su desarrollo.

¿Qué cambiará con el reglamento?

Por qué esta regulación es importante

Según el decreto, la implementación no requerirá fondos adicionales del tesoro público, sino que se gestionará a través de los presupuestos existentes de los ministerios involucrados. Varios ministerios tendrán la tarea de promover prácticas sostenibles, supervisar las instalaciones luminosas y garantizar la adopción de soluciones compatibles con la protección de la biodiversidad y el ahorro energético.

Tal como lo establece el artículo 3, el texto completo del reglamento y sus anexos serán publicados en la Plataforma Única Digital del Estado Peruano y en los sitios web de los ministerios competentes. Un paso importante para garantizar que los ciudadanos, los profesionales y las administraciones locales puedan consultar fácilmente las nuevas normas, comprender las obligaciones y aplicar las medidas correctamente.

A menudo se subestima la contaminación lumínica, pero sus efectos son profundos:

Tener una ley detallada que regule sus fuentes y limite sus impactos es una señal fuerte: la Perú reconoce el valor de la oscuridad natural como recurso ecológico, cultural y energético.

Con esta normativa, el país se alinea con las mejores prácticas internacionales y muestra un compromiso concreto hacia una gestión más responsable de la luz artificial. No se trata sólo de farolas menos invasivas o carteles publicitarios más controlados: es una invitación a repensar la forma en que iluminamos nuestras ciudades y nuestras noches, reconociendo que la oscuridad no es un obstáculo, sino un equilibrio que hay que proteger.

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