Bosques de registro: Te diré cómo Norveglia logró triplicarlos en menos de un siglo

En las últimas décadas, los bosques del Noruega han experimentado una expansión extraordinaria: el Su volumen se ha triplicado en comparación con los niveles anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Si en 1925 hubo alrededor de 300 millones de metros cúbicos de árboles, hoy ha alcanzado los 900 millones.

Gran parte de este crecimiento se debe a las campañas de reforestación masivas lanzadas en la década de 1960, cuando casi 100 millones de abetos rojos se plantaban cada año, a menudo también involucraban a estudiantes escolares. Hoy, esos árboles están maduros y representan una porción importante de biomasa forestal.

Pero eso no es todo: según los investigadores del Instituto de Bosques y Paisajes de Noruega, Los árboles noruegos, incluidos Abeti Rossi, Pini y Betulle, están creciendo más rápido que los modelos científicos. Una aceleración que va más allá de las expectativas y que tiene diferentes explicaciones posibles.

¿Qué está alimentando este crecimiento?

Entre los factores que pueden haber favorecido este aumento, hay un aumento en las temperaturas medianas, temporadas vegetativas más largas, una mayor concentración de Co₂ en la atmósfera y depósitos de nitrógeno más sustanciales. Incluso la reducción del pasto por los animales salvajes y domésticos puede haber jugado un papel en permitir que la vegetación se desarrolle sin obstáculos.

En los últimos años se temía lo peor: la deforestación intensiva y las lluvias ácidas habían planteado la hipótesis de un futuro negro para los bosques noruegos. En cambio, sucedió lo contrario: no solo regresaron los bosques, sino que prosperaron. Paradójicamente, La industria maderera no ha podido mantenerse al día, explotando solo la biomasa disponible solamente.

Con muchas plantaciones de la década de 1950 y 1960 que ahora alcanzan la madurez completa, esta tendencia se esperará durante décadas. Y Noruega no está solo: también se están llevando a cabo fenómenos similares en otros países europeos, como Alemania, donde los bosques crecen a ritmo acelerado gracias a las condiciones ambientales cada vez más favorables.