Cada PFAS tiene su propia «firma» química: el descubrimiento italiano que podría ayudar a identificar las empresas más contaminantes

EL PFASun gran grupo de sustancias químicas controvertidas, han estado durante mucho tiempo en el centro del debate debido a su conocida persistencia en el medio ambiente y sus posibles efectos sobre la salud. La contaminación, como se sabe ahora, está verdaderamente extendida: están presentes en el agua, el suelo y los alimentos, y una de las dificultades es comprender con precisión cuáles son las fuentes de su propagación.

Ahora uno estudio, realizado por la Universidad Sapienza de Roma junto con el CNR, ofrece una primera herramienta científica para abordar este problema. De hecho, los investigadores analizaron las características químicas de las PFAS presentes en diferentes zonas y lograron identificarlas. “huellas dactilares” específicas que diferencian los compuestos producidos por diferentes procesos industriales. Es decir, cada PFAS lleva consigo información que puede indicar su origen.

La técnica que revela la “firma” de las PFAS

Hasta ahora, los instrumentos científicos permitían medir las concentraciones de PFAS en el medio ambiente, pero no rastrear su origen preciso. La innovación del equipo de investigación consiste en el uso de Análisis de isótopos específicos de compuestos (CSIA), una técnica que analiza directamente compuestos químicos individuales, superando los límites de los análisis isotópicos tradicionales.

El análisis de isótopos estables es una técnica que nos permite identificar la fuente de contaminación y comprender cómo se transforman los contaminantes en el medio ambiente. En el caso de las PFAS, las muestras ambientales contienen muchas moléculas orgánicas diferentes, por lo que un análisis isotópico «conjunto» no permite obtener la firma isotópica de un solo compuesto. Por este motivo se utiliza CSIA, que permite analizar directamente la sustancia de interés, explican los investigadores.

El Doctor Di Marcantonio, bajo la dirección de los profesores Luigi Dallai y Massimo Marchesi, desarrolló un método innovador CSIA que permitió obtener resultados fiables para la trazabilidad de los PFAS más comunes, como PFOA, PFHpA y PFDA. El estudio destacó diferencias isotópicas significativas entre PFAS de diferentes orígenes, allanando el camino para identificar fuentes de contaminación.

La capacidad de vincular las PFAS con la fuente de la que proceden representa un gran paso adelante en la lucha contra la contaminación química. Con esta técnica, las responsabilidades ya no se pueden descargar fácilmente: los contaminadores dejan una verdadera «firma» química. en el medio ambiente, rastreable por los investigadores.

Entonces, además de proporcionar una poderosa herramienta para las autoridades ambientales, este descubrimiento ofrece una esperanza real para un futuro en el que la contaminación por PFAS pueda identificarse y gestionarse de forma más eficaz. De hecho, el estudio abre el camino a la posibilidad de identificar la empresa o la fuente específica que liberó estos químicos peligrosos.

Los resultados de esta investigación totalmente italiana fueron publicados en la revista Ciencia del medio ambiente total.