Es hora de dejar de darle la espalda al mar.

La plataforma marítima argentina actualmente enfrenta serias amenazas debido a actividades como la sobrepesca, la pesca incidental, la pesca ilegal y la contaminación.

Y aunque muchos no lo tengan presente, el Mar Argentino comprende casi el 40% del territorio del país. Sin embargo, apenas el 2.6% está protegido.

Por eso, el gobierno argentino presentó el año pasado un proyecto de ley para triplicar la superficie protegida del Mar Argentino a través de dos nuevos Parques Nacionales Marinos: Yaganes y Namuncurá/Banco Burdwood II.

El mar argentino esconde centenares de especies que actualmente están desprotegidas. | FOTO: Lyra Films

Pasados casi doce meses desde que el presidente Mauricio Macri firmara el decreto, todavía nada cambió. Es decir, las áreas marinas protegidas todavía no están creadas.

Y de no ser sancionado antes del próximo 30 de noviembre, el proyecto de ley corre el riesgo de perder estado parlamentario.

Por tal motivo, por estos días más de 20 organizaciones de la sociedad civil solicitan a la Cámara de Diputados que cumplan en forma urgente con la voluntad ciudadana de proteger la riqueza del Mar Argentino a través del tratamiento y media sanción del proyecto, para poder avanzar luego al Senado para su sanción definitiva.

En pocos días el proyecto de los Parques Nacionales Marinos perderá estado parlamentario

“Los Parques Nacionales Marinos son una herramienta clave para el desarrollo sostenible. Responden no solo a las necesidades de cada persona hoy, sino que también a aquellos que vendrán después. Si se pierde la biodiversidad y el mundo natural, perdemos todos” sostuvo Martina Sasso, directora de Sin Azul No Hay Verde, el programa marino de CLT Argentina, la organización fundada por el ecologista y filántropo Douglas Tompkins.

La creación de estas dos áreas, aumentaría la superficie total protegida a 126.000km2, acercando al país al compromiso de proteger el 10% de sus espacios marítimos para el 2020.

Según coinciden los especialistas, las nuevas áreas marinas beneficiarían al sector pesquero generando las condiciones para acceder a mercados competitivos y contribuirían para mantener ambientes saludables para la renovación de los recursos pesqueros.

Al mismo tiempo, estas zonas se convertirían en un refugio para muchas de las especies que viven y transitan por nuestras aguas; ballenas, delfines, aves marinas y otras especies carismáticas que contribuyen al desarrollo de actividades económicas relevantes para la costa patagónica argentina, como el turismo basado en fauna.

«La coyuntura actual no debería afectar que esta historia siga su curso ni impedir que este capítulo se cierre. La creación de las áreas marinas protegidas trasciende partidos políticos, atraviesa generaciones, provincias e intereses y nos involucra a todos por igual con un objetivo final común: preservar el mar argentino. Es momento de darle al mar el respeto que se merece», concluye Sasso.

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