Desde pañales hasta colillas de cigarrillos, estos son los 5 desechos más difíciles de reciclar en Europa

El reciclaje se ha convertido en un hábito para muchos de nosotros, pero todavía hay desechos comunes que Europa aún no sabe cómo manejar. Razón por qué, mientras la ciencia busca soluciones, algunos materiales continúan terminando en vertederos o en incineradores.

En 2023, todos los ciudadanos europeos produjeron media tonelada de desechos urbanos en promedio, pero menos de la mitad (48%) fue reciclado. Sin embargo, las nuevas reglas de la Unión Europea imponen objetivos ambiciosos: Para fin de año, el 55% de los desechos urbanos y el 65% del empaque deben reutilizarse o reciclar.

Pero la línea de meta todavía está lejos. Se estima que dos tercios de los países miembros no podrán alcanzar al menos uno de los objetivos, y diez de ellos, incluidos Grecia, Hungría y Polonia, corren el riesgo de fallar a ambos.

Pero, ¿cuáles son los desechos más difíciles de reciclar? ¿Y qué se está haciendo para resolver el problema?

1. El vaso de teléfonos inteligentes (y no solo)

El vaso de embalaje, como botellas y frascos, se recicla bastante bien: aproximadamente el 75% en Europa. Pero el presente en Pantallas de teléfonos inteligentes, pantallas LCD y tuberías de balanceo Es otra cosa: a menudo se trata químicamente Ser más resistente y esto hace que sea muy difícil fusionarlo en los hornos tradicionales.

Para esto, los investigadores del proyecto europeo Siempre glases están desarrollando una máquina innovadora que Use el láser en lugar del horno. La ventaja? El láser puede adaptarse con precisión a la temperatura necesaria para cada tipo de vidrio, lo que le permite reflejarlo y reutilizarlo en nuevos productos.

2. Los imanes de turbinas eólicas y scooters

Los imanes en neodimio, utilizados en motores de automóviles eléctricos, en scooters y turbinas eólicas, se encuentran entre las más potentes existentes. Pero también están hechos con Materias primas críticases decir, materiales raros de áreas geopolíticamente inestables.

El reciclaje es teóricamente posible, pero todavía no hay un proceso industrial efectivo. El proyecto europeo Armoníaen el que también participa la Universidad de Florencia, está estudiando un sistema para desmontar y reciclar estos imanes de manera segura, con el objetivo de dar a luz a una cadena real de reciclaje de imanes en Europa.

3. Desperdicio de alimentos de restaurantes

Más de 59 millones de toneladas de desperdicio de alimentos, aproximadamente 132 kg cada uno, se generan cada año en la UE. El 11% proviene del sector de catering (hoteles, restaurantes, catering). Y el 99% de estos desechos terminan en el vertedero.

El proyecto AvalanchaDirigido por el Centro de Investigación de Azti en España, está tratando de transformar este desperdicio en bio fertilizantes adecuados para la agricultura. ¿Como? Con un proceso de fermentación de «estado sólido», que permite que los microorganismos crezcan en el desperdicio de alimentos y produzcan compuestos bioactivos útiles para las plantas.

El desafío? Cada lote de desechos es diferente y la tecnología aún está en la fase experimental. Pero si funciona, será un punto de inflexión para la agricultura sostenible.

4. Los pañales desechables

Los pañales son un genio de nuestros tiempos, por supuesto, pero una pesadilla para el medio ambiente: cada año se tiran 46 mil millones y pueden tardar hasta 500 años en degradarse.

El problema es el Polímeros súper absorbentes En el interior, que forman un gel y deben tratarse y separarse antes de que puedan reciclar plásticos y fibras.

La nueva empresa Reciclaje de pañales Europa Creó un sistema piloto en los Países Bajos capaces de desactivar polímeros, separar materiales y eliminar patógenos o residuos de fármacos. El siguiente paso será automatizar el proceso a escala industrial.

5. Catadas de cigarrillo

Pequeño, tóxico y en todas partes: los traseros se encuentran entre los desechos más difíciles de recolectar y reciclar. Contienen más de 7,000 productos químicos peligrosos, que se liberan en el entorno marino y en el suelo.

La principal dificultad radica en recuperarlos, porque son pequeños y se dispersan fácilmente. Pero algunas nuevas empresas están cambiando las reglas del juego.

El italiano Volver a cigarrarsepor ejemplo, ha instalado más de 4,500 contenedores «recolectando» en toda Italia. Una vez recolectado, las colillas se lavan y se tratan para extraer el acetato de celulosaun polímero de plástico que se puede reutilizar en productos como filamentos de impresoras 3D. Hoy se vuelve a cifrar con más de 350 empresas y 80 administraciones públicas.

En resumen, el reciclaje no siempre es simple, pero la fortuna, afortunadamente, no se detiene. Estos proyectos europeos muestran que incluso los desechos más problemáticos pueden convertirse en un recurso si sabemos cómo tratarlos.