El naufragio del Costa Concordia, 13 años después de la (evitable) tragedia, sigue siendo una herida abierta

Han pasado 13 años desde el naufragio del Costa Concordiapero la herida ligada a ese drama nunca ha sanado. Eran casi las 22:00 horas del 13 de enero de 2012 cuando el crucero chocó contra Le Scole, un grupo de rocas frente a la costa de la isla de Giglio, en el archipiélago toscano. Todo esto ocurrió tras el llamado «reverencia», un desvío realizado por el comandante Francesco Schettino para saludar a los que están en tierra, acercándonos lo más posible a la costa.

El violento impacto provocó un gran corte en el casco del Concordia, que zarpó del puerto de Civitavecchia hacia Savona, y el hundimiento parcial del barco.

En pocos minutos lo que deberían haber sido unas vacaciones se convirtió en una pesadilla para más de 4.000 pasajeros. Ese terrible error humano y las demoras en el rescate costaron la vida de 32 personas, mientras que 157 pasajeros resultaron heridos.

Un drama evitable

Como lamentablemente se sabe, durante aproximadamente una hora los turistas permanecieron a bordo mientras el barco se hacía agua sin recibir indicaciones claras. Algunos, sin darse cuenta de lo que realmente estaba pasando, regresaron a sus cabañas.

La orden de ponerse los chalecos salvavidas se dio sólo tres cuartos de hora después del accidente, cuando Schettino avisó a la Capitanía de la fuga, solicitando un remolcador ya que el barco escoraba a estribor. Sin embargo, tras esta señal de emergencia, la orden de abandonar el barco no se dio de inmediato, lo que complicó aún más la situación y expuso a miles de pasajeros al peligro.

Pero lo que causó mayor revuelo en todo el asunto fue el gesto del comandante Schettino, que violó el código de navegación al pisar tierra cuando la mayoría de las personas aún se encontraban a bordo. Schettino no quiso saber nada de volver a subir al barco, ni siquiera cuando el comandante de la Autoridad Portuaria de Livorno Le ordenó por teléfono, por enésima vez, que cumpliera con su deber. Aquella absurda llamada telefónica todavía resuena en nuestras mentes, especialmente en las de los supervivientes de la tragedia.

Por lo sucedido, Francesco Schettino fue condenado a 16 años de prisión por homicidio múltiple y abandono de barco con pasajeros a bordo.

Los daños medioambientales causados ​​por el naufragio

El ocurrido frente a las costas de la isla de Giglio representa uno de los naufragios más terribles de la historia de nuestro país no sólo por el dramático número de muertos, sino también por los numerosos daños causados ​​al ecosistema marino. El aniversario del evento vuelve a poner de relieve los riesgos asociados a los grandes barcos, los monstruos ecológicos que con demasiada frecuencia se acercan a las costas, poniendo en peligro vidas humanas y el medio ambiente.

Los restos del naufragio permanecieron frente a la isla de Giglio durante aproximadamente un año y medio, hasta julio de 2014, cuando fueron retirados y transportados al puerto de Génova. Las obras de retirada supusieron un nuevo golpe de gracia para el medio ambiente de la zona, ahora comprometido también por la presencia de sustancias nocivas con las que iba cargado el crucero: 2.000 toneladas de combustible, pero también aceites pesados, pinturas, detergentes y otros productos contaminantes.

los delicados operaciones de recuperación del fondo marino de la isla de Giglio no se concluyeron hasta 2018.

«La sentencia por el hundimiento del Costa Concordia es la última que nos gustaría ver por este tipo de ‘accidentes'», afirmó WWF Italia, que fue parte civil en el juicio con un papel que fue fundamental para evaluar la situación. graves consecuencias que ha causado al medio ambiente y al paisaje el accidente del Costa Concordia.

A 13 años de la tragedia, la herida provocada por aquel naufragio aún no ha cicatrizado. Y todavía arde por muchas (demasiadas) razones…

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