«Toda la cocina argentina junta en un mismo lugar, los mejores productos y muchas ganas. Esto es el futuro”, así describe el reconocido chef y jurado de MasterChef, ​Germán Martitegui a esta nueva edición primaveral de Masticar.

Abrumados parecen los comensales en la entrada del predio El Dorrego en Palermo. Y no por las filas para ingresar –que a diferencia de otras ediciones, no son graves– , sino por el enorme espacio para recorrer: casi 10.000 m2 destinados a hospedar el mayor banquete foodie de la Argentina.

Convocados bajo el lema «Comer rico hace bien», cientos de locales esperan, con sus aromas y coloridos particulares, mientras que las guirnaldas y luces decoran cada rincón de la feria palermitana.

Entre tantas opciones para elegir, una sabia decisión es recorrer primero todo el predio, empaparse del olor que cada cocina ofrece y luego de analizar las diversas opciones, entregarse al festín.

Pagar con dinero real es una imposbile en Masticar, ya que todo se abona mediante un talonario que se compra al inicio del recorrido.

Esos pequeños cartones rosas cuestan $300 y aunque parezca poco, en realidad no lo es. Comer los mejores productos, cocinados por los mejores chefs, a precios accesibles; ése es el espíritu de Masticar.

«Masticar es experimentar con cosas ricas, es cocinar con amigos, es pasarla bien», ensaya el incansable Anthony Vázquez, chef del requeridísimo puesto de La Mar, mientras prepara un explosivo arroz chaufa con langostinos.

Por su parte, Martin Bouquet, chef de los foodtrucks Bon Bouquet y Buenos Mares, refleja la camaradería entre los chefs : «Para nosotros esto es jugar en primera. Están los mejores y nosotros venimos a remarla, pero al final terminamos todos tomando una cerveza».

¿Los imperdibles según ACONCAGUA? El ceviche Chan Chan; el taco de Café San Juan; las carnes de Don Julio, la nueva burger de cordero de Carne; el tartar de trucha patagónica de Sucre y los tragos de 878, entre muchísimos otros.

Nuestros sabores

Salir de la rutina es un requisito casi obligatorio. No quedarse con lo conocido, ampliar el paladar con platillos y condimentos autóctonos, para vivir una experiencia realmente federal.

Especias, quesos, fiambres, frutas y dulces, son algunas de las tentadoras opciones que ofrece el mercado de la feria.

Allí se dan cita los productores rurales que representan a todas las regiones del país. Ellos comparten, además de las comidas, sus secretos para preparar y cocinar sus productos emblemáticos.

Comer lo mejor, cocinado por los mejores, a precios accesibles.

Arándanos patagónicos, zarzamoras de Entre Ríos, alcauciles platenses, espárragos cordobeses y las frutas tropicales del noroeste son solo algunos de los más de 100 platillos protagonistas de este verdadero crisol de sabores.

“La verdad es pasar de nuestro pueblito a esta mega fiesta, con toda la gente que hay, con los productos que mueve, no la veíamos… Pero ahora que estamos acá, estamos muy contentos”, confiesa un emprendedor oriundo de Arteaga, Santa fe, y productor de fiambres autóctonos.

“Para nosotros estar acá es como jugar en primera, están los mejores y nosotros de atrevidos remándola como siempre. Está ya es nuestra cuarta edición y acá estamos firmes metiéndole con todo”, revela el cocinero y dueño de “Buenas frutas cordobesas”, con tono esperanzador.

Pero el festín no termina ahí. Fuera del mercado principal hay una gran cantidad de parrillas, foodtrucks y pequeños puestos, al aire libre, que esperan a los comensales para seducirlo con sus platillos especiales.

Cientos de kilos de carne a la parrilla, humean en el aire, cuando al mismo tiempo se alzan miles de vasos cerveceros bajo las luces de guirnaldas, degustados por muchísimas sonrisas más, que se esconden bajo las gorras estilo trucker.

“Estoy recorriendo todo, son muchos lugares. Comí comida peruana que me encantó, el ceviche me pareció riquísimo, probé la comida ‘reconfortante’ que es una croqueta de arroz con queso adentro que me pareció maravilloso. Y ahora estoy acá, comiendo una comida muy rica del sur que tiene Pablo Bulso, que es espectacular», recomienda el actor –y reconocido foodie–Diego Pérez, en diálogo con ACONCAGUA.

Y agrega: «Después los tradicionales como Don Julio, La Cabrera, el pobre Luis y todas las parrillas que son las mejores que tenemos acá en Buenos Aires, así que feliz de estar acá en Masticar. A la gente le gusta comer y que se haga esto me parece una muy buena idea”, concluye el comediante.

Masticar es experimentar, es cocinar con amigos, es pasarla bien

Pero no todo es comida: la feria también cuenta con un espacio recreativo, bandas en vivo, una plaza donde los niños pueden jugar y con clases de cocina al aire libre dictadas por los propios chefs.

En medio del bullicio de sabores, se pueden disfrutar de los consejos de figuras estelares como el platense Mauro Colagreco, el cocinero argentino más prestigioso del mundo, que pese al brillo de sus dos estrellas Michelin, comparte entre sonrisas sus recetas con los comensales. Solo en Masticar. ^^^

 

¿Cuánto dura? 

La feria estará abierta el jueves de 14 a 23 hs y desde el viernes hasta el domingo, de 12 a 23 hs. Ojo que el ingreso al predio cierra a las 22 hs.

¿Dónde es?

Como siempre, el lugar elegido es el predio ferial El Dorrego, en Palermo. Además, se suma un predio lindero de 6.000 m2 de la Universidad Católica Argentina (UCA). Dato: hay una sola entrada, por la esquina de Zapiola y Matienzo.

¿Cómo llego?

Con este mapa te podes orientar. Atención que las calles aledañas en Palermo estarán cortadas durante todo el fin de semana.

¿Cuánto vale?

La entrada cuesta $130. Adentro, los billetes Masticar son la única forma de pago. Se venden los talonarios de $300 en las boleterías del ingreso y dentro del predio.