Greenpeace anula la tendencia de Ghibli: así es como la IA solía informar la crisis ambiental

Durante algunas semanas, el mundo de las redes web y sociales ha sido asaltado por una nueva tendencia: las imágenes de estilo de estudio Ghibli generadas por la inteligencia artificial. Esta vez, sin embargo, es el turno de Greenpeace Grecia lo que se apropia de la tendencia.

En colaboración con la agencia Ogilvy Grecia, de hecho, Greenpeace lanzó una campaña que desvía los códigos de esta tendencia viral. En lugar de embellecer las escenas triviales, la organización ha aplicado el estilo de Miyazaki a las imágenes de desastres ambientales: Desde incendios de California hasta la inundación de Valencia, pasando por inundaciones y playas cubiertas de plástico.

El resultado: un contraste escalofriante donde la belleza de la animación choca con la brutalidad del daño ambiental, con un solo objetivo claro: Ninguna estética, por muy suave, puede borrar la realidad de la crisis climática. Y, sobre todo, ningún filtro reemplazará la acción de concreto y urgente necesaria para lidiar con él.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por Greenpeace Grece (@greenpeace_greece)

Greenpeace elige confiar en herramientas y tendencias digitales que fascinan a las generaciones más jóvenes, para hablarles mejor. De hecho, el mensaje utiliza los códigos de inteligencia artificial, redes sociales y cultura pop, sin embargo, los vuelve contra la corriente.

Si bien los debates sobre la ética de la IA en el arte imponen, esta campaña hace una pregunta esencial: al embellecer demasiado, ¿no nos arriesgamos a anestesiar nuestra capacidad de reacción?

Con esta iniciativa, Greenpeace nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con las imágenes y sobre la ilusión de la belleza. En un mundo cada vez más dominado por filtros digitales, la organización nos reta a mirar más allá de la apariencia, recordándonos que, por fascinantes y poderosas, las tecnologías visuales no pueden ocultar la realidad cruda de nuestro entorno.

El cambio climático no es un concepto abstracto o un tema poético que se explorará en películas animadas. Es una crisis tangible que estamos experimentando todos los días y sus efectos devastadores solo empeoran. El momento llegaría a enfrentar esta verdad sin velos, para empujarnos a cambiar nuestro enfoque antes de que sea demasiado tarde.