Este diseñador argentino transforma la basura en mochilas sustentables
Sus productos hechos con plástico recuperado tienen un impacto ambiental y social.
“En la Argentina se genera una tonelada de basura cada dos segundos”. Este recordatorio se puede leer en las fundas para tablas de surf de Swahili, un start up que desde 2013 diseña productos a partir del plástico de desechos.
Su creador, Ivan Pavelic, estudiaba Diseño Industrial y Sociología en La Plata, y fue gracias a una entrega para la universidad que se percató de la posibilidad de transformar la basura en una oportunidad.
“Estaba yendo a la entrega con la maqueta encima y se largó a llover. Agarré rápido un cartel del publicidad que estaba en frente, lo corté y envolví la maqueta. Cuando volví a casa me llamó la atención que no se había mojado nada”, cuenta Ivan, de 30 años, en diálogo con ACONCAGUA.
Fue así como comenzó a diseñar y fabricar fundas para deportes de tabla, como el skate, el surf y el snowboard. Con el tiempo, la cartera de productos se expandió hacia mochilas, billeteras y nécessaires.
Lo que diferencia a Swahili de otras marcas de diseño de indumentaria es que no utiliza telas convencionales como materia prima de sus artículos sino que aprovecha las lonas de publicidad, banners en desuso y bolsas de alimento balanceado para perros.
“No queremos que esto sea solamente una moda, buscamos que la gente consuma nuestros productos porque realmente están comprometidos con la problemática a nivel mundial”, explica el emprendedor sustentable.
La mayor parte de su materia prima surge de donaciones de veterinarias y de empresas que le ofrecen la cartelería que ya no utilizan. Estos materiales le permiten crear productos estéticos y a la vez sustentables, resistentes e impermeables.
Cada diseño lleva impreso un mensaje relacionado con el cuidado del medio ambiente. Por ejemplo, una mochila tiene escrita la frase: “Una familia tipo genera un kilo de basura por día y el 50% es plástico”.
Doble impacto
Además de generar consciencia ambiental, Swahili también tiene un importante impacto social. Ivan tiene su taller en el barrio Los Coquitos, un localidad humilde a 12 kilómetros de La Plata. Allí trabaja junto a personas del barrio que encuentran en este emprendimiento una salida laboral.
La filosofía de la marca mantiene una estrecha relación con el significado de su nombre, que refiere a una lengua africana perteneciente a una comunidad que trabaja en conjunto para el sustento de la aldea. “Es un poco lo que se busca con el taller, generar la inclusión de las personas y un sentimiento de comunidad dentro del barrio”, explica Pavelic sobre su marca, que se comercializa online.
Este emprendimiento social aspira a convertirse en una fábrica modelo ante la creciente problemática de los talleres clandestinos en el país. “Tenemos que demostrar que pueden existir talleres en buenas condiciones y en los que las personas que trabajan pueden dignificarse”, sostiene el emprendedor platense.
¿Sus próximos pasos? Instalar talleres y replicar el modelo de Swahili en otros lugares de Latinoamérica, como México y Colombia.
“Si sigue empeorando la problemática ambiental, los más afectados son los que menos tienen, por eso hay que apuntar a la inclusión de estas comunidades en desventaja. Son dos problemas que tienen que solucionarse de la mano”, concluye Ivan, quien sueña con que algún día haya un taller de Swahili en cada barrio vulnerable.
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Nos gustaría reunirnos con Uds y unir esfuerzos.
Atte. Jorge
Muy bueno
Me encanta la que fabrican, son materiales resistentes y ayudan no contaminar. Felicitaciones