En 2007 el estreno del documental Garbage Warrior conmovió al mundo.

La película daba a conocer la historia de Michael Reynolds, un arquitecto estadounidense que, desencantado con las construcciones convencionales y con un mundo que da la espalda al medioambiente, decidió emprender un proyecto experimental de viviendas ecológicas, que no causarán un impacto negativo en el planeta: las Earthships, o Naves Tierras.

A lo largo de casi 40 años, Reynolds –hoy considerado un profeta del movimiento ecológico global– y su equipo han diseñado y construido unas 2.000 de estas icónicas viviendas recicladas y autosuficientes en todas partes del mundo.

Tras una exitosa experiencia en Uruguay, el aclamado arquitecto liderará ahora la construcción de la primera escuela pública sustentable de la Argentina en la localidad de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires.

Así lo dio a conocer el propio Reynolds a ACONCAGUA y otros medios en el Centro Cultural San Martín, donde presentó el proyecto junto a la ONG uruguaya Tagma, la asociación civil Amartya y el apoyo de empresas privadas como Ala, Disney y Directv.

«Estas escuelas generarán que toda una nueva generación no necesite de conferencias sobre cómo mantener la paz o el cuidado del medio ambiente, ya que esos principios serán heredados en su educación», sostuvo el mítico arquitecto. Y agregó: «Son escuelas que enseñan a vivir de otra manera».

Son escuelas que enseñan a vivir de otra manera.

Desde el 1 de marzo hasta el 16 de abril, Reynolds encabezará el proyecto que cuenta con el apoyo de Municipio de Mar Chiquita, cuyo intendente, el oficialista Carlos Ronda, es también arquitecto.

La obra será colaborativa: contará con el apoyo de cientos de voluntarios de todo el mundo que siguen a este héroe medioambiental en cada una de sus iniciativas.

Lo hacen como miembros de Earthship Academy, un programa de voluntariado en el que, además de ayudar, se aprenden técnicas de construcción sustentable. Para el proyecto de Mar Chiquita, ya se encuentra abierta la inscripción.

Además, los organizadores del proyecto lanzaron una campaña de crowdfounding para que todos puedan colaborar.

Así, la primera escuela pública sustentable de Argentina funcionará como un edificio autosustentable que minimice costos operativos y facilite aprendizajes significativos sobre innovación y sustentabilidad para toda la comunidad.