Hemos construido tantas represas en todo el mundo que hemos cambiado la rotación de la Tierra (y movido el Polo Norte)

Pensamos en las represas como obras impresionantes, útiles y a menudo necesarias. Sirven para contener agua, producir energía y proteger territorios de inundaciones devastadoras. Pero rara vez nos detenemos a preguntarnos cuán profundamente estas estructuras están cambiando el planeta. La respuesta hoy es sorprendente: al construir miles de represas, los seres humanos han contribuido a mover el polo norte.

Esto no es ciencia ficción ni una exageración. Es el resultado de un estudio científico que cuenta, con números y datos, cómo incluso acciones que consideramos «normales» pueden tener consecuencias globales.

Porque la acumulación de agua detrás de las represas cambia el equilibrio del planeta

Las represas existen desde hace miles de años. Ya en la antigua Mesopotamia se utilizaban para riego y control de inundaciones. Hoy, además de estas funciones, producen energía hidroeléctrica y sustentan economías enteras. Pero hay un detalle que quedó en un segundo plano durante mucho tiempo: cada presa retiene enormes cantidades de aguasacándolos de los océanos y concentrándolos en la tierra.

La Tierra, sin embargo, no es una esfera rígida. Su capa exterior descansa sobre material rocoso parcialmente fluido. Esto significa que Mover grandes masas, como miles de millones de toneladas de agua, puede cambiar el equilibrio del planeta.influyendo incluso en la orientación de los polos geográficos.

Este fenómeno queda en blanco y negro por una investigación publicada en Cartas de investigación geofísicafirmado por un equipo de científicos de Universidad de Harvard. Analizando la construcción de aprox. 7.000 represas entre 1835 y 2011los investigadores calcularon que el agua atrapada artificialmente fue suficiente para causar una desplazamiento total de los polos de aproximadamente un metro.

Para comprender mejor el mecanismo, los estudiosos utilizan una analogía sencilla: imagina una pelota de baloncesto dando vueltas. Si le colocas una bola de arcilla, la bola cambiará ligeramente de forma para compensar la nueva distribución del peso. En la Tierra este proceso se conoce como verdadero viaje polares decir verdadera deriva polar.

La “trayectoria” del Polo Norte cuenta nuestra historia

Uno de los aspectos más fascinantes del estudio es que El movimiento del Polo Norte sigue el mapa de la industrialización mundial.. Entre 1835 y 1954, cuando se construían la mayoría de las grandes represas en América del Norte y Europa, el Polo Norte se movió aproximadamente 20 centímetros hacia el meridiano 103 este.

En la segunda mitad del siglo XX, con la explosión de las grandes obras hidráulicas en Asia y África Oriental, el rumbo cambió: los polos movidos por otros 56 centímetros hacia el meridiano 117 oeste. Un detalle que dice, mejor que muchas estadísticas, cuán global es ahora la huella humana.

De todos los ejemplos posibles, uno destaca más que los demás. Allá Presa de las Tres Gargantasel más grande del mundo, es tan masivo que tiene efectos mensurables en la rotación de la Tierra. En 2005, el científico del NASA Benjamín Fong Chao demostrado que, cuando la cuenca está completamente llena, esta presa ralentiza la rotación de la Tierra en 0,06 microsegundos.

Estamos hablando de una fracción infinitesimal de segundo, por supuesto. Pero es suficiente para hacernos entender que las infraestructuras humanas no son neutralesni siquiera a escala astronómica.

No sólo represas: el consumo de agua subterránea también desplaza los polos

Las represas no son el único factor en juego. Un estudio de 2023 mostró que el bombeo de agua subterráneaentre 1993 y 2010, provocó una pérdida neta de aprox. 2 billones de toneladas de aguacontribuyendo a un cambio en los polos de más de 4 centímetros por año.

La buena noticia es que no corremos el riesgo de convertir la Tierra en Uranoque gira casi de lado. Pero, como explican los investigadores, Incluso variaciones mínimas tienen efectos concretos sobre el nivel del mar y el equilibrio climático global..

Al final, esta historia nos deja con una pregunta incómoda pero necesaria: si hemos conseguido desplazar los polos sin siquiera darnos cuenta, ¿Cuánto más estamos cambiando en el planeta cada día??

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