¿Recuerdas el escándalo de agua de Nestlé contaminado por PFA, pesticidas y bacterias? Hablamos sobre eso en varios artículos en los últimos meses, pero ahora llega un giro sensacional.
Hace unos días, Radio Francia y el Monde hicieron público Una nueva investigación que acusa a Nestlé tener presión sobre el gobierno francés para obtener permiso para comercializar agua filtrada ilegalmente.
Según lo que surgió, la multinacional suiza habría empujado, a través de actividades de cabildeo para obtener autorización para continuar embotellando y comercializar agua Utilizando un sistema de microfiltración prohibido, un tratamiento considerado peligroso para la salud y ya prohibido por las autoridades de la salud a partir de enero de 2023.
La investigación acusa a algunos representantes del gobierno francés de haber otorgado exenciones de Nestlé para continuar el uso de microfiltros por debajo de 0.8 microMes, a pesar de las recomendaciones oficiales de suspender el embotellado del agua debido a los riesgos sanitarios.
Fue el gerente general de salud, Jérôme Salomon, en un documento del 20 de enero de 2023, recomendar una suspensión inmediata de la producción y embotellado de agua de Nestlé, pero a pesar de estas indicaciones, en abril del mismo año, el gobierno francés permitió que la compañía permita continuar utilizando un tratamiento controvertido.
Monde y Radio France revelaron que, después de las discusiones entre los representantes de Nestlé y Alexis Kohler, Secretario General de Elysée, se otorgó la autorización para el uso de microfiltros.
Esta información surgió de una serie de documentos, que incluyen notas ministeriales, intercambios de correo electrónico, resultados de los campeones de salud e informes de inspección de fábricas, lo que testificaría cómo el gobierno ha favorecido los intereses de Nestlé a expensas de la salud pública.
Acusaciones muy serias y una situación verdaderamente fea que te hace pensar una vez más sobre el peso de los lobbies en las decisiones gubernamentales, que siempre es grave y, en cualquier caso, pero aún más en un sector tan delicado como el de la seguridad alimentaria.
Reacciones
Preguntado por los autores de la investigación, el séquito de Elisabeth Borne, en ese momento primer ministro, y Bruno Le Maire, entonces Ministro de Economía, negó haber estado al tanto de los informes y las alarmas internas.
Sin embargo, el Elisee no negó la reunión entre los representantes de Nestlé y algunos concejales presidenciales. Los vínculos entre Emmanuel Macron y la multinacional se remonta a hace mucho tiempo: cuando era un banquero de la inversión, el actual presidente de la república ganó 1 millón de euros al administrar una negociación para Nestlé y se le ofreció un lugar en la administración de la administración de la administración de Grupo en Francia.
Pero, cuestionado sobre la historia, El presidente Macron dijo que no estaba al tanto de los detalles sobre los métodos de microfiltraciónalegando que el gobierno no tenía ningún papel en la gestión de estas prácticas.
Sin embargo, las acusaciones de «colusión» entre el gobierno y Nestlé no han sido negadas de manera completa y clara.
Por su parte, Nestlé dijo que sus actividades siempre han sido transparentes y de acuerdo con las regulaciones actuales, especificando que todas las comunicaciones y solicitudes se han hecho públicos regularmente.
Las investigaciones continúan
La historia desencadenó varias investigaciones por asociaciones como Foodwatch y CLCV, quienes denunciaron no solo el fraude contra los consumidores, sino también el riesgo potencial para la salud pública. La solicitud de sanciones ejemplares se vuelve cada vez más apremiante y el reloj de alimentos ahora pide un proceso para establecer responsabilidades y detener las prácticas incorrectas en un sector que se refiere a la seguridad alimentaria global.
Esta investigación plantea una duda inquietante sobre cómo las grandes empresas pueden influir en la política y las regulaciones para proteger sus intereses, también en detrimento de la salud pública.