Ríos de tinta se han dedicado a la naturaleza de la literatura. No tan caudaloso, en cambio, es lo escrito sobre la literatura de la naturaleza.

Este género, que los anglosajones llaman nature writing apenas alcanza a llenar un estante en el fondo de las librerías.

Pero en tiempos de cuarentena, la «liternatura» escala posiciones en los rankings de libros digitales como una forma de combatir el encierro y de reconectarnos con lo natural.

¿De qué hablamos cuando hablamos de literatura de naturaleza? De esas crónicas, novelas y ensayos escritos por exploradores, naturalistas y pensadores que en algún punto de sus vidas escucharon el llamado salvaje. Decidieron, entonces, dejar las comodidades de la civilización para salir a buscar respuestas en la Madre Naturaleza.

Un recorrido por las obras esenciales de este género que incluye crónicas, novelas, ensayos de autores clásicos y contemporáneos.

Si cada libro es un viaje, hoy más que nunca estas experiencias naturales que amalgaman las letras con lo paisajes, son un pasaporte para romper, aunque sea mentalmente, el aislamiento. Y, de paso, ayudarnos a repensar nuestra relación con el medio ambiente.

Por dónde empezar

Si bien todas las listas son arbitrarias, comenzar una selección de libros de naturaleza con Walden, de Henry David Thoreau, tiene algo de justicia. Texto impresdindible para los amantes de la vida al aire libre, narra cómo a sus 27 años el naturalista, filósofo y activista norteamericano decide retirarse de la sociedad.

Dicho y hecho, construye con sus propias manos una cabaña de 13 metros cuadrados a orillas del lago Walden, en las afueras de Boston, donde se refugia por dos años en la naturaleza con la idea fija de «vivir deliberadamente solo, para hacer frente a los hechos esenciales de la vida». Vigente a 200 años de su publicación, este ensayo es en el fondo un manual sobre cómo vivir una vida plena, simple y libre.

Si cada libro es un viaje, estas obras son un pasaporte para romper, mentalmente, el aislamiento.

En el mismo espíritu de Walden pero bastante más conocido por su adaptación al cine en manos de Sean Penn, Into the Wild es una cautivante investigación del periodista Jon Krakauer que intenta reconstruir la historia real de Chris McCandless, un joven recién graduado de la universidad que en 1992 súbitamente cambia su nombre, dona todos sus ahorros, corta lazos con su familia y comienza un viaje trascendental hacia los inhóspitos bosques de Alaska.

«La alegría de vivir proviene del encuentro con nuevas experiencias, por eso no hay mayor alegría que viajar hacia horizontes eternamente cambiantes, con un sol diferente cada día», escribió McCandless en su diario de viaje, que sería encontrado junto a su cadáver, 16 semanas después de iniciado su periplo, por un cazador de alces.

Justo en el otro extremo del continente, los paisajes de la Patagonia siempre ejercieron una atracción irresistible para los escritores de naturaleza. Sin dudas el más relevante de estos exploradores en estas latitudes fue Francisco Pascasio Moreno, que en su Viaje a la Patagonia Austral relata sus aventuras -dignas de una serie de Netflix- remontando un bote por el río Santa Cruz desde el Atlántico hasta su orígenes, desconocidos por entonces, al pie de la Cordillera, tras los pasos de sus antecesores Charles Darwin y Fitz Roy.

A sus 24 años, cautivado por la belleza patagónica, durmiendo a la intemperie, sin provisiones, acechado por pumas y por indígenas, el Perito Moreno escribe un vibrante relato de viajes que refleja sus facetas de gran humanista: explorador, científico, naturalista, escritor, geógrafo, fotógrafo y, por sobre todas las cosas, patriota.

Una cabaña y muchos libros, la fórmula de los escritores de naturaleza.

Tomar conciencia 

Pero no solo de vivencias personales se nutre este género ideal para descubrir durante la cuarentena. Cada vez más autores naturalistas ponen el foco en el daño que los seres humanos le estamos causando al planeta. ¿El desafío? Contar de la mejor manera posible lo que para muchos es la gran historia del siglo XXI: el cambio climático.

Al respecto, el best seller La Tierra inhabitable es un trabajo tan urgente como imprescindible para entender las consecuencias devastadoras de la crisis climática. «Es peor, mucho peor de lo que imaginás», son las palabras de bienvenida del periodista especializado David Wallace Wells para establecer el tono de un libro apocalíptico pero respaldado por infinidad de datos. Ideal para regalar a esos amigos negacionistas.

[Leé más: Las trampas mentales que nos hacemos frente al cambio climático]

¿Es posible perderse en la naturaleza en tiempos de confinamiento? Rebecca Solnit cree que sí. La ensayista californiana, una de las voces ambientalistas más potentes de Estados Unidos, ya había escrito Wanderlust, una defensa cultural de un acto tan básico como caminar.

En el mismo registro, días antes de que se decretara la cuarentena, se editó en el país Una guía sobre el arte de perderse, una auténtica oda al extravío pero no solo en el plano natural sino también en el mental.

Para cerrar la lista, bien vale incluir un libro de negocios que a su vez es un alegato a favor del respeto por la naturaleza. Que mi gente vaya a hacer surf recoge las reflexiones de Yvon Chouinard, el mítico escalador, ecologista y reacio millonario fundador de Patagonia, la marca de indumentaria global que encontró el camino del éxito protegiendo el medio ambiente. Lecturas para todos los gustos. Y al natural.

Esta columna fue publicada originalmente en el diario La Nación.

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