Una investigación reciente publicada en la prestigiosa revista Naturaleza Lanzó una alarma preocupante: Los microplásticos presentes en el aire pueden penetrar las hojas de las plantas.eludir su sistema de defensa y cruzar sus membranas con sorprendente facilidad. Este fenómeno expone no solo la vegetación, sino también Animales herbívoros y humanoscon un riesgo concreto y cada vez más extenso.
Según el estudio, las partículas microscópicas detectadas con mayor frecuencia dentro de las hojas pertenecen a dos polímeros ampliamente extendidos: Terefteftolato polietileno (PET) Y El poliestireno (PS). Estos materiales, comúnmente utilizados para la producción de empaque para bebidas y telas sintéticas, son transportados por el aire y depositados en plantas también en áreas lejos de los centros urbanos.
Para verificar la extensión del fenómeno, los científicos examinaron las plantas que crecieron en Varios ecosistemasincluidos contextos agrícolas y entornos urbanos. Los análisis confirmaron que, también lejos de las ciudadeslas plantas absorben Grandes cantidades de microplásticos que luego se integran en la cadena trófica, contaminando los organismos que se alimentan.
Grano y lechuga también acumulan microplásticos
La investigación examinada Tres especies botánicas de uso común: trigo (Triticum aestivum), la lechuga (Lactuca sativa) Y Arabidopsis thalianauna planta a menudo utilizada en talleres con fines científicos. Los resultados mostraron la presencia de microplásticos no solo en las hojas, sino también en las telas internas, lo que sugiere que Estas partículas contaminantes logran infiltrarse en el sistema linfático vegetal.
No es la primera vez que se observa este fenómeno. Estudios previos realizados en Australia, también las hojas de la especie Chirita sinensis Habían demostrado la capacidad de absorber los microplásticos del medio ambiente. En algunos casos, la absorción también tiene lugar a través de las raíces, lo que lleva aacumulación de sustancias tóxicas Dentro de las plantas destinadas al consumo humano.
Esta exposición continua podría explicar por qué, durante algunos años, Médicos e investigadores detectan rastros de microplásticos incluso en sangre humanaplanteando preguntas cada vez más apremiantes sobre los efectos de la salud a largo plazo.