«No tomó medidas suficientes para prevenir los impactos ambientales negativos y, por lo tanto, no abordó adecuadamente los riesgos para la salud.«, Entonces, la oficina de la OCDE holandesa, responsable de la aplicación de las pautas sobre la responsabilidad corporativa corporativa de Pluspetrol, concluyó que la compañía petrolera violó los derechos fundamentales de las poblaciones indígenas del Amazonas durante los 15 años en que fue responsable de la explotación de Lotto 192, el depósito de petróleo más grande del Perú.
La sentencia del 3 de septiembre de la Organización para la Organización y el Desarrollo Económico y el Desarrollo Económico encontró que, entre 2000 y 2015, la compañía petrolera argentina con sede en Amsterdam contaminó al menos 1,963 sitios con derrame de desechos industriales y petróleo, que afecta al menos 16 comunidades indígenas de la región.
Pluspetrol es uno de los principales operadores de Vaca Muerta y uno de los cinco promotores del Proyecto Vaca Muerta Oil Sur, que avanza hacia la casa de ballenas, pingüinas y cientos de especies en el Golfo de San Matías.
Allí, en el corazón de los golfi de la Patagonia del Norte, fundamental para la biodiversidad y las comunidades locales, incluso están construyendo una terminal para la exportación de petróleo que, como es obvio y como los expertos ya han afirmado, tiene un alto riesgo de escape. Las consecuencias pasarían desde las colisiones entre los barcos y la fauna marina a la contaminación acústica, a la contaminación del petróleo en los ecosistemas con una biodiversidad única, frágil y protegida, como la península de Valdés.
La declaración también invita a Pluspetrol a hacerse cargo del daño ambiental y social generado por sus actividades extractivas en el territorio amazónico, donde la compañía ha operado durante más de cuarenta años antes de retirarse. Según el documento, de hecho, las consecuencias de la explotación continúan pesando mucho sobre las comunidades indígenas: el quechua del río Pastaza, el achuar de los corrierientes y el kichwa del tigre.
Según el punto de contacto nacional (PCN) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en los Países Bajos, la evidencia recopilada por las comunidades demuestra violaciones de los derechos fundamentales, como el acceso al agua potable, la seguridad alimentaria, la salud y la autodeterminación. También se han informado derrames de fundición, descarga de aguas residuales industriales y contaminaciones generalizadas de suelo y ríos. Según el Fondo para la Promoción de las áreas naturales protegidas de Perú (profunda) estiman que PlusPetrol ha dejado atrás 3,249 sitios contaminados.
La compañía rechaza parte de las acusaciones, que afirma tener que responder solo por la contaminación producida durante su administración y no por eso heredado de operadores anteriores en el lote 192, explotado desde los años setenta.
Sabemos que el daño sufrió bien. Sabemos que Pluspetrol ya no está aquí, pero debe asumir la responsabilidad, reiteró Aurelio Piñola, un líder indígena.
En 2021, las autoridades ambientales peruanas rechazaron definitivamente el plan de abandono presentado por la compañía, después de seis años de observaciones que permanecieron sin respuesta.
Pluspetrol había dejado a Lotto 192 en 2015, al final de la concesión. Posteriormente, el depósito se confió temporalmente al canadiense Frontera, esperando un nuevo gerente durante 30 años, en el consorcio con Petroperú. Pero la pandemia y el final de la colaboración con el Colombiana Altamesa detuvieron cualquier intento de relanzar: en 2025 el sitio fue abandonado.
El lote 192, que se extiende por 512,000 hectáreas, sigue siendo el más importante en el país, con reservas estimadas en 127 millones de barriles y una capacidad de producción de 12,000 barriles por día.
Fuentes: Directrices de la OCDE para empresas multinacionales / Observatorio Petrolero