Desastre de Vajont: no olvidemos la venganza de la montaña contra el hombre (y la lección que no hemos aprendido)

Ellos fueron los 22.39 horas del 9 de octubre de 1963. Justo en ese momento aproximadamente 260 millones de m³ de roca se deslizaron en la cuenca artificial creada por el Presa de Vajontprovocando una inundación de más de 200 metros de altura. Y fue una tragedia, que pasó a la historia como la Desastre de Vajont. Más de 1.900 muertes, países enteros borrados de los mapas. Y hoy pasé por aquíexactamente 62 años desde aquellos trágicos acontecimientos.

una serie de circunstancias desafortunadas provocó que la enorme masa de roca cayera a una velocidad aproximada de 108 kilómetros por hora, terminando en las aguas del Cuenca hidroeléctrica artificial de Vajontque en el momento del desastre contenía aproximadamente 115 millones de m³ de agua.

Y el agua de la presa subió por el lado opuesto. destruyendo todos los centros habitados a lo largo de las orillas del lago en el municipio de Erto y Casso, desembocando finalmente en el valle del Piave y arrastrando al barro la ciudad de Longarone y otros municipios vecinos. Hubo 1.917 víctimas, de las cuales 1.450 en Longarone, 109 en Codissago y Castellavazzo, 158 en Erto y Casso y 200 procedentes de otros municipios.

La tragedia de Vajont nunca ha sido olvidada. pero lo son todavía hay muchos puntos sin aclarary si por un lado nos referimos al evento con un desastre naturalpor otra parte el superficialidad del hombre.

Según algunos estudios, sin embargo, Uno de los peores desastres hidrogeológicos del siglo XX.tendría uno historia antigua. Una investigación realizada por el geólogo Edoardo Semenza, hijo del diseñador de la presa de Vajont, Carlo Semenza, ha revelado algo nuevo sobre la presa de Vajont.

La enorme roca que se desprendió del Monte Toc podría haber sido el resultado de una paleofranaes decir, de un corrimiento de tierra prehistórico que se desprendió miles de años antes, acumulándose un enorme volumen en el valle y bloqueando el curso del torrente Vajont. Posteriormente, la vegetación y la erosión lo ocultarían, haciéndolo parecer parte de la ladera de la montaña. Sin embargo, la hipótesis del paleodeslizamiento formulada por Semenza no fue tomada en consideración por los geólogos involucrados en la construcción de la presa, a pesar de los numerosos datos recopilados en el campo.

«La catástrofe de Vajont constituye la fotografía de un país miope desde el punto de vista de la prevención y la valorización de la profesionalidad. Los geólogos de la época eran inauditos exactamente como hoy, 55 años después, seguimos maltratando el territorio y desafiando las fuerzas de la naturaleza con perfección concreta y teórica, de acuerdo con la aproximación política y la arrogancia de quienes siguen sin querer resolver el problema en sus orígenes» son las palabras Domenico Angelone, Tesorero del Consejo Nacional de Geólogos.

Y hoy, mientras recordamos ese triste día, nos damos cuenta de que no ha cambiado mucho. Y todavía no hemos aprendido la lección.