Más allá de ser protagonista de películas icónicas como Dumbo y de las ilustraciones de tantos libros infantiles que atesoramos, el elefante tiene un rol clave en el ecosistema.

Por eso, en el marco del Día Internacional del Elefante, nos acercamos a esta especie, a su entorno y a los peligros que la amenazan.

En este espíritu, National Geographic Wild propone contenidos especiales para conocer la realidad en la que viven los elefantes y contribuir a la conservación de esta fascinante especie en peligro de extinción.

Por ejemplo, en la película Love & Bananas, que se podrá ver hoy en la señal de Nat Geo en toda la región, su directora y protagonista, Ashley Bell, retrata cómo el turismo de vida salvaje provoca que los animales sean víctimas del maltrato y cuál es la realidad detrás de muchas las fotos exóticas de Instagram.

Como denuncian los expertos, para que un elefante aprenda a ser montado, a jugar futbol, a pintar o a bañarse con humanos, tiene que pasar por un violento proceso de castigos.

Al respecto, Antonio De la Torre, biólogo mexicano y explorador de National Geographic que se dedica a entender los movimientos de los animales para planificar la conservación de estas especies, habló con ACONCAGUA sobre el mundo que rodea a los elefantes asiáticos. 

– ¿Cuáles son las mayores amenazas que enfrentan los elefantes?

– Mucho del maltrato tiene que ver con el turismo. Los elefantes atraviesan un proceso muy violento que se basa en castigo para someterlos: se los quita desde que son pequeños de sus madres, se les encierra en jaulas de madera (el Mahout) hasta que logra montarse sobre él y se utiliza un gancho de hierro para castigar al animal. Muchos elefantes mueren en el proceso de adiestramiento. También les afecta la pérdida de sus bosques, donde la mayor amenaza es la industria de la palma de aceite que genera deforestación. Reducir nuestro consumo de productos con palma de aceite o elegir productos de origen sustentable ayudan a equilibrar este factor y a reducir el conflicto entre animales y humanos.

– ¿De qué se trata el conflicto entre los animales y los humanos?

– Se ha destruido mucho del hábitat de los elefantes y cada vez los elefantes están en contacto más cercano con los seres humanos. Por eso, muchas veces entran en zonas de cultivo y se alimentan de las plantaciones y las destruyen. En venganza la gente los mata o los envenenan, pero los elefantes también pueden ser agresivos. En la India se estima que mueren 400 elefantes al año por estos conflictos y aproximadamente 100 personas por esto. El gran reto es buscar mecanismos para ayudar a la buena convivencia entre personas y elefantes y asegurar el bienestar de ambos.

El turismo y la deforestación son las principales causas de maltrato al elefante.

– ¿Qué tan grave es la situación de los elefantes asiáticos?

– Los elefantes asiáticos en comparación con los africanos han sido menos estudiados y han perdido el 95% de su distribución histórica. La población es muy baja en comparación a todo el área de distribución que tienen. Apenas hay 50 mil individuos y se estima que un tercio de esta población son domesticados. Está catalogada como en peligro porque son poblaciones muy fragmentadas y aisladas y eso las hace más vulnerables.

Los elefantes asiáticos han perdido el 95% de su distribución histórica

– ¿Cuál es el rol de estas especies en su ecosistema?

– El rol principal que tienen los elefantes en los ecosistemas es de dispersores de semillas tanto los elefantes africanos como los asiáticos. Se alimentan de plantas y de frutos y cuando se alimentan de estos frutos mueven las semillas hacia otros sitios. Algunas especies solo son dispersadas por los elefantes, entonces si perdemos estas especies también perderemos varias especies de árboles y de plantas. Son nuestros mejores aliados para combatir el cambio climático porque nos ayudan a reforestar zonas que se han perdido. 

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– ¿Cómo son los procesos de liberación de elefantes en cautiverio? 

Por lo general, están involucradas organizaciones no gubernamentales o algún departamento de los países. Si tienen departamentos de vida silvestre estructurados resulta más sencillo. Los elefantes son animales muy sociables con cultura y procesos de aprendizaje. El ideal es lograr restaurar poblaciones de elefantes, pero cuando el animal nunca estuvo en vida libre se requiere estudio y trabajo especiales. Una población que ha disminuído tarda mucho en volver a recuperarse como tal, en parte porque la tasa de natalidad es muy baja comparada con otras especies. Una gestación dura entre 18 y 20 meses y hasta que no crece la hembra no vuelve a aparearse.

– ¿Cómo es posible colaborar con su conservación?

Al viajar, es fundamental elegir santuarios por sobre lugares turísticos: buscar su reputación en línea y que no te bañes, ni los montes, ni pinten. Es clave que evitemos asistir a estos centros donde los elefantes son obligados a ser atracciones para turistas, pero sí visitar, promover y colaborar con santuarios donde se vea cómo se rescatan y se observan animales en vida libre.  O, si no es viajando, las donaciones ayudan a mantener estos sitios. Además, difundir esta información y conocer el contexto de estos elefantes es de gran utilidad. La clave es que menos gente visite este tipo de centros y la demanda esté orientada a santuarios que apoyen su conservación en vida libre.

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