Científicos desarrollaron plantas luminosas que podrían alumbrar ciudades
La fotosíntesis y la inserción de ADN de luciérnagas en plantas son la base de un proyecto que podría ser brillante.
En un futuro no tan lejano, los árboles podrían reemplazar el rol del alumbrado público en las ciudades.
Suena a ciencia ficción, pero no lo es: el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, ya trabaja para desarrollar plantas luminosas con el objetivo de reemplazar la energía eléctrica.
La investigación se basa en el propio metabolismo enérgico y progresivo de plantas como la rúcula, el berro y la espinaca.
Michael Strano, responsable del proyecto en el MIT, declaró que la reacción luminosa es similar al de las luciérnagas al momento de iluminar de manera natural.
Dicha reacción, explica el científico, se da gracias a la liciferasa, una molécula natural que reacciona ante la ausencia de luz para brillar «por sí sola». La única diferencia fue que los científicos adaptaron dicha reacción a las plantas con mayor presión molecular.
Por ahora, el avance se reduce a una iluminación de cuatro horas y la intensidad todavía no es lo suficientemente potente como para darle luz a toda una habitación. ¡Pero sí para leer un libro!
A pesar de las limitaciones los investigadores consideran que el avance es favorable y apuntan a alcanzar un potencia lumínica para alumbrar ciudades enteras.
Ensayos
El MIT no es el único que busca aprovechar la sabiduría de la naturaleza para revolucionar la matriz de energía eléctrica tal como la conocemos.
El diseñador holandés Daan Roosegaarde también busca fusionar las bacterias bioluminiscentes con las plantas para que los árboles puedan iluminar las calles de las ciudades.
Roosegaarde toma como base otro experimento que hizo la Universidad de Cambridge en el que se logró modificar el material genético de las luciérnagas con la bacteria bioluminiscente vibro fischeri, una hazaña científica que pretende aumentar la producción de enzimas ligeras que, al final del proceso, pueden insertarse en los genomas de los árboles.
Como antecedente de éxito, según informa el sitio Cultura Colectiva, en 2016 una campaña de Kickstarter logró crear una lámpara de algas que almacena energía producida por la fotosíntesis acumulada durante un día soleado para generar luz por la noche.
“No necesitamos al sol para crear luz, podemos replicar el sistema de las medusas que viven en la penumbra marina y que generan su propia luz de manera autónoma. Podemos aprender mucho de ellas”, concluyó Roosegaarde.
El tiempo dirá si la respuesta al dilema energético la tiene la naturaleza.
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Domingo
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