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Seaspiracy: este documental de Netflix te va a hacer repensar tu consumo de pescado

Conocé el lado oscuro de la pesca industrial.

8 de abril de 21 . 10:47hs
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María Galarza

Fines de enero de este año. El piloto argentino Enrique Piñeyro vuela desde Ushuaia hasta Buenos Aires sobre el Mar Argentino de noche, pero hay tantas luces que parece una ciudad acuática flotante.

¿De qué se trata? Miles de barcos pesqueros extranjeros que, en los límites del territorio marítimo argentino, se dedican a pescar de forma ilegal.

La zona caliente es el Agujero Azul, –frente a la provincia de Chubut– un lugar codiciado por la industria pesquera por las características de su ecosistema.

La captura de Piñeyro no es la excepción a la regla. Mientras que la Subsecretaría de Pesca y Agricultura afirma que la ZEE (zona económica exclusiva) de Argentina cuenta con 177 buques en operación pesquera a lo largo de más de 1 millón de km2, Greenpeace asegura –a través de imágenes satelitales­– que solo el 23 de febrero de este año identificó al menos 470 embarcaciones solo en la región del Agujero Azul.

Este tipo de situaciones se repite en diferentes puntos del mundo. Al respecto, el documental de Netflix Seaspiracy explora a nivel mundial las consecuencias de la sobrepesca en los océanos.

Se trata de Ali Tabrizi. un realizador audiovisual que al querer retratar el daño que le causamos a las especies marinas se topa con una peligrosa industria: la pesquera.

La búsqueda comienza con la caza ilegal de delfines y tiburones en Asia, pero al ir adentrándose en los circuitos de tráfico pesquero, el director empieza a descubrir que las alarmantes cifras de las diversas especies en peligro guardan una estrecha relación con la pesca industrial.

La pesca de arrastre que arrasa con el suelo marino, la captura accesoria de especies que terminan siendo desechadas y la cantidad de redes de pesca que hay flotando en el océano son algunos de los puntos fuertes que toca el documental sobre por qué la pesca industrial está dañando los ecosistemas marinos.

A su vez, el concepto de “pesca sustentable” como alternativa más amigable con los océanos también es cuestionado. ¿Qué tanto se puede controlar en alta mar? ¿Se cumplen las regulaciones existentes? ¿Es posible para los consumidores chequear que la pesca sea “sustentable”

No todo está perdido aún, relatan los expertos en el documental. Los ecosistemas marinos se recuperan rápidamente si se los deja descansar. Según un estudio publicado en la revista Nature – en donde participaron científicos de 16 universidades diferentes aportando información sobre la recuperación del océano– se puede reconstruir entre un 60 y 80% de la vida marina en menos de 30 años si se le deja de ejercer tanta presión a los ecosistemas marinos.

¿Qué recomienda el director de Seaspiracy? Su consejo es simple: la mejor forma de proteger los océanos es reducir o directamente evitar el consumo de pescado. Con menos consumidores, el oscuro negocio de la pesca industrial colapsaría. Y eso le daría un respiro al océano.

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