El 21 de enero de 2025, elAgencia Europea de Productos Químicos (ECHA) anunció que había Lista actualizada de sustancias extremadamente preocupantes (SVHC)sumando 5 y llegando a un total de 247 entradas. Esta lista incluye sustancias químicas que suponen un riesgo importante para la salud humana o el medio ambiente.
La ECHA supervisa y actualiza periódicamente la lista basándose en las últimas pruebas científicas y contribuciones de los Estados miembros, para garantizar un control eficaz de las sustancias peligrosas y prevenir daños a largo plazo.
Pero veamos cuales son. Se añaden nuevas sustancias a la lista.
Las 5 sustancias añadidas a la lista de extrema preocupación
Aquí están las nuevas sustancias incluidas:
Entre estas sustancias, nos llama especialmente la atención una que se utiliza en cosméticos y productos de cuidado personal.. Se trata del octametiltrisiloxano que se utiliza principalmente por sus propiedades de mejorar la textura y sensación en la piel. Es un siloxano volátil, utilizado como agente acondicionador o emoliente en cremas, lociones, bases y productos de maquillaje.
Esta sustancia también encuentra aplicación en desodorantes, productos para el cuidado del cabello y otros artículos de higiene personal, donde mejora la distribución y absorción del producto.
También se ha actualizado una entrada existente en la lista de la ECHA.. El fosfito de tris(4-nonilfenilo, ramificado y lineal)utilizado en polímeros, adhesivos, selladores y recubrimientos, ahora ha sido reconocido como un disruptor endocrino ambiental, no solo por sus propiedades intrínsecas, sino también cuando contiene ≥ 0,1% p/p de 4-nonilfenol, ramificado y lineal. Este cambio refuerza su clasificación como sustancia extremadamente preocupante.
¿Qué cambios para los productores?
La inclusión en la lista SVHC conlleva importantes impactos y obligaciones regulatorias para las empresas. Los proveedores deben comunicar claramente si sus productos contienen SVHC en concentraciones superiores al 0,1%, proporcionando información precisa a los consumidores sobre su uso seguro. Además, los importadores y fabricantes deberán notificar la presencia de estas sustancias a la ECHA en el plazo de seis meses desde su inclusión en la lista y actualizar las fichas de datos de seguridad con datos específicos.
Otro efecto está relacionado con el reglamento de la UE sobre la etiqueta ecológica, que prohíbe conceder la etiqueta ecológica a productos que contengan SVHC. Estas obligaciones no sólo aumentan la transparencia a lo largo de la cadena de suministro, sino que alientan a las empresas a considerar alternativas más seguras.
Estar incluido en la lista SVHC también conlleva el riesgo de futuras restricciones. De hecho, las sustancias podrían estar sujetas a autorizaciones, lo que haría necesario obtener un permiso específico de la Comisión Europea para su uso. Estos cambios empujan a menudo a las empresas a reevaluar el uso de determinadas sustancias en sus procesos productivos.
Sustancias ya conocidas y peligrosas.
Entre las sustancias ya presentes en la lista ECHA SVHC, hay algunas que destacan por su peligrosidad, tanto para la salud humana como para el medio ambiente. El bisfenol A (BPA), por ejemplo, es un conocido disruptor endocrino muy utilizado en la producción de plásticos y resinas; su capacidad para alterar el sistema hormonal representa un riesgo importante. El cadmio y sus compuestos, sin embargo, son extremadamente tóxicos para el sistema reproductivo y muy dañinos para el medio ambiente.
También ftalatoscomo el DEHP y el DBP, conocidos por su uso como plastificantes en materiales como el PVC, han sido identificados como tóxicos para la reproducción y potencialmente perjudiciales para el desarrollo humano. Luego está también el cromo hexavalenteutilizado en recubrimientos metálicos y pigmentos, que es particularmente peligroso debido a su naturaleza cancerígena y su toxicidad para el sistema reproductivo.