Un rugido sordo marcó el fin de una era: la La cueva de Jimboun icono de patagonia argentinacolapsó sobre sí mismo, dejando tras de sí una sensación de desconcierto. Esta obra maestra de hielo, También conocido como el “Fin del Mundo” debido a su ubicación en el extremo sur de América del Sur.era un destino popular para turistas y amantes de la aventura, atraídos por su belleza y misterio.
Pero la cueva, situada en el Parque Nacional Tierra del Fuegoescondía una fragilidad intrínseca, puesta a prueba por el tiempo, por las variaciones de temperatura y, lamentablemente, también por el impacto del turismo de masas.
Una atracción irresistible, pero ¿a qué precio?
Durante años, la cueva Jimbo ha fascinado a los visitantes con su enorme agujero circular que daba acceso a un túnel de hielo natural, creando un paisaje surrealista. Pero esta maravilla de la naturaleza era también un ecosistema delicado, vulnerable a los cambios en el entorno circundante.
EL DERRUMBÓ LA CUEVA DE JIMBO
Situado en busca del Cañadón de la Oveja en #TierradelFuegosorbido en las últimas horas,
Se ha formado durante más de 10.000 años. A partir de 2021 se prohibió la entrada por fragilidad. pic.twitter.com/6OgfZfo5Ht— #TurismoArgentina (@turisargentina) 13 de enero de 2025
El incremento del turismo, con su incesante flujo de visitantes, ha acelerado el proceso de degradación de la cueva, poniendo a prueba su estabilidad. El continuo pisoteo, la humedad y el calor producido por los cuerpos han contribuido al debilitamiento de la estructura del hielo, haciéndolo cada vez más susceptible al colapso.
Señales de advertencia ignoradas
Ya en 2021, un trágico accidente sacudió a la comunidad local y puso de relieve los riesgos asociados a la exploración de cuevas. Un turista brasileño de 37 años, Dennis Marin perdió la vida al caer un enorme bloque de hielomientras se aventuraba dentro de la cueva a pesar de las señales de prohibición.
Por lo tanto, las autoridades del parque cerraron el acceso a la cueva, pero muchos turistas continuaron eludiendo las restricciones, atraídos por el encanto prohibido de este lugar y a pesar del peligro. “Se ve increíble desde fuera”, decía un cartel en la entrada, pero al parecer la advertencia no fue suficiente.
El colapso: ¿una tragedia anunciada?
El colapso de la cueva de Jimbo el pasado domingo no fue un hecho repentino. Los expertos y amantes de la montaña habían expresado desde hacía tiempo su preocupación por la fragilidad de la estructura, puesta a prueba por el pisoteo de los turistas y variaciones de temperatura.
La ola de calor que azotó la Patagonia en las últimas semanas probablemente haya asestado el golpe final a la cueva, acelerando el proceso de derretimiento del hielo. Las temperaturas inusualmente altas debilitaron aún más la estructura, volviéndolo inestable y provocando su colapso..