«¡Ecología para todos, no fascismo verde!». Del 11.30 al 7 de marzo, los activistas de Rebelión de exinción Ellos ocuparon el Tesla Tienda de Piazza Gae aulenti, Cambiar a los autos en la pantalla y pegar a las ventanas. Una protesta sorprendente que apunta el dedo contra Elon Musk, su creciente influencia política y de los medios, y «contra su poder abrumador en los esfuerzos temblorosos contra el calentamiento global».
«Hacer que los millonarios paguen de nuevo«, Recitó otro banner, parafraseando irónicamente el eslogan del presidente estadounidense Donald Trumpde los cuales Musk se ha convertido en un defensor influyente. La protesta de la rebelión de extinstrucción es parte de un contexto de creciente preocupación por el punto de inflexión autoritario del patrón de Tesla E Spacexy por su apoyo a la extrema derecha internacional.
Lorenzo, uno de los activistas, explica: «La aparición con el almizcle de muchas fuerzas políticas del derecho global, incluidos los del gobierno en Italia, es equivalente a una venta de soberanía nacional a favor de empresas privadas que apuntan solo a obtener ganancias». Una declaración que hace eco del debate en la cámara en elAprobación de la factura espacialcriticado para abrir las puertas a la gestión de las comunicaciones satelitales nacionales en Starlink de Musk.
Pero la protesta va más allá de la política. La rebelión de extinción denuncia la creciente brecha entre rico y pobre, y el papel desproporcionado de súper rico en la crisis climática. “El 1% más rico de la población mundial produce más emisiones de escalada 66% más pobre «, recuerda los activistas.
«Nos preocupa que aquellos que tienen tanta riqueza y poder, como el almizcle, pueden para descarrilar cualquier esperanza de una transición ecológica correcta“, Declara la rebelión de extinción. “Usamos nuestros cuerpos para mostrar a todos dónde trae la codicia capitalista. Necesitamos uno transición decisiva, justa y accesible para todosno tecnologías centralizadas en manos de unos pocos fascistas ecológicos que deciden por todo el mundo «.
La protesta de Milán es parte de un movimiento de contestación global contra el almizcle. En Europa y los Estados Unidos, las protestas frente a las tiendas de Tesla se multiplican y Las ventas de la compañía están bajasespecialmente en Francia y España. Una señal de que la opinión pública está cada vez más atenta al vínculo entre el poder económico, la política y la crisis climática.
La rebelión de Extinstion lanza una apelación: es el momento de actuar para una transición ecológica correcta, que pone a las personas y al planeta en el centro, y no los intereses de unos pocos multimillonarios.